La Central Nuclear de Almaraz, ubicada en Cáceres, ha dejado de operar sus dos unidades en la madrugada del miércoles, un hecho que ha generado preocupación en el sector energético español. Esta decisión se produce en un contexto donde los precios de la electricidad han caído drásticamente, impulsados por un aumento significativo en la producción de energía renovable, especialmente eólica y solar. Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, ha explicado que la elevada carga impositiva que soportan las centrales nucleares ha llevado a esta situación, comparando el escenario con un trabajador que, a pesar de ser productivo, decide dejar de trabajar porque sus impuestos superan su salario.
La parada de Almaraz no es un caso aislado. En marzo de 2024, la planta ya había detenido uno de sus grupos por razones similares. Araluce argumenta que la combinación de una oferta de energía renovable muy alta y una demanda baja, típica de los periodos vacacionales, ha llevado a precios de mercado extremadamente bajos. Esto, a su vez, ha hecho que las plantas nucleares no puedan cubrir ni siquiera sus impuestos, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad económica de este tipo de energía en el actual marco regulatorio.
### La Carga Impositiva y su Impacto en la Competitividad
La carga impositiva que enfrentan las centrales nucleares en España es uno de los puntos más críticos en el debate sobre su futuro. Araluce ha señalado que, en comparación con otras tecnologías de generación de energía, las nucleares están sometidas a un régimen fiscal mucho más severo. Mientras que las energías renovables disfrutan de incentivos y tasas más bajas, las nucleares deben lidiar con impuestos que, según el presidente de Foro Nuclear, actúan como una barrera para su competitividad en el mercado.
Este desbalance en la carga fiscal no solo afecta a la Central Nuclear de Almaraz, sino que también ha llevado a otras plantas, como Cofrentes, a considerar paradas temporales. La Central de Trillo, en Guadalajara, se encuentra actualmente en un proceso de recarga, y la unidad I de Ascó, en Tarragona, ha detenido su actividad para realizar labores de mantenimiento. De este modo, solo quedan operativas dos de las siete unidades nucleares en el país, lo que plantea un desafío significativo para la estabilidad del suministro eléctrico.
La situación actual ha llevado a muchos a cuestionar la necesidad de una revisión de la política fiscal aplicada a las centrales nucleares. Sin embargo, el Gobierno ha rechazado las propuestas de las grandes eléctricas para reducir los impuestos, argumentando que es fundamental mantener un marco regulatorio que garantice la sostenibilidad del sistema energético.
### La Necesidad de la Energía Nuclear en el Mix Energético
A pesar de los desafíos actuales, Araluce sostiene que la energía nuclear sigue siendo una fuente esencial dentro del mix energético español. En su opinión, las renovables, aunque son cada vez más predominantes, no pueden garantizar el suministro en todo momento. Existen periodos en los que la producción de energía solar y eólica se ve afectada por condiciones climáticas adversas, lo que hace que las plantas nucleares sean imprescindibles para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico.
El presidente de Foro Nuclear ha enfatizado que no se puede penalizar a la energía nuclear con impuestos desproporcionados, ya que esto no solo afecta la viabilidad de las plantas existentes, sino que también desincentiva futuras inversiones en este sector. La energía nuclear, con su capacidad de generar grandes cantidades de electricidad de manera constante, es vista como un pilar fundamental para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones de carbono.
En este contexto, la discusión sobre la carga impositiva y la regulación del sector energético se vuelve más relevante que nunca. La necesidad de un marco que permita a las centrales nucleares competir en igualdad de condiciones con otras fuentes de energía es un tema que debe ser abordado con urgencia. La situación actual de la Central Nuclear de Almaraz es un claro ejemplo de cómo las políticas fiscales pueden influir en la operatividad y sostenibilidad de una fuente de energía que, a pesar de sus controversias, sigue siendo crucial para el futuro energético de España.