En la pequeña localidad de Villarejo de Salvanés, situada a solo 45 kilómetros de Madrid, se encuentra un tesoro del séptimo arte: el Museo del Cine Carlos Jiménez. Este museo, que se ha convertido en uno de los más completos de España y uno de los más extensos de Europa, alberga una impresionante colección que incluye 500 proyectores, 22.000 carteles de películas y una variedad de objetos que narran la historia del cine desde sus inicios.
La historia de este museo está intrínsecamente ligada a la vida de Carlos Jiménez, su fundador, quien desde muy joven se dedicó al cine. A los 8 años comenzó como proyeccionista y ha pasado más de seis décadas inmerso en el mundo del cine. Su pasión por el séptimo arte lo llevó a abrir el Cine París en 1966, un cine que se convirtió en un punto de encuentro para la comunidad local. A pesar de los desafíos iniciales, como la falta de recursos y la necesidad de operar como cine de verano, Jiménez logró establecer un legado que perdura hasta hoy.
El Museo del Cine se inauguró en 2012, cuatro años después del cierre del Cine París. Jiménez, quien había acumulado una vasta colección de material a lo largo de los años, decidió dedicar su vida a la preservación de la historia del cine. Su colección incluye desde los primeros inventos que crearon la ilusión de movimiento hasta proyectores de 70 mm rescatados de cines legendarios de Madrid. Sin embargo, lo que distingue a este museo es su enfoque en el desarrollo técnico del cine, en lugar de centrarse únicamente en las estrellas y las películas.
Entre las piezas más destacadas se encuentra una estatua gigante del Oscar, que preside la sala más grande del museo. Esta estatua, adquirida en una subasta en 2004, proviene del Kodak Theatre de Hollywood y es un símbolo del compromiso de Jiménez con el cine. A pesar de su éxito, Jiménez enfrenta desafíos financieros, ya que el museo opera sin ayudas gubernamentales y depende de sus propios recursos y de la renta de maquinaria para películas.
El museo no solo es un lugar de exhibición, sino también un espacio de investigación. Jiménez ha creado un ambiente donde los investigadores pueden acceder a una vasta biblioteca de publicaciones sobre cine. Además, muchas de las piezas de su colección han sido utilizadas en producciones cinematográficas, documentales y series de televisión, lo que demuestra la relevancia de su trabajo en la industria del cine actual.
La colección del museo es verdaderamente impresionante. Con 500 proyectores y 22.000 carteles de películas, los visitantes pueden explorar la evolución del cine a través de los años. Desde los primeros modelos de los hermanos Lumière hasta los trajes de acomodadores y fotogramas de películas clásicas, cada pieza cuenta una historia única. El libro de honor del museo incluye firmas de figuras icónicas del cine español, como Sara Montiel, Paul Naschy y Alfredo Landa, así como de estrellas internacionales como Clint Eastwood y Julia Roberts.
Jiménez también ha hecho un esfuerzo por mantener viva la tradición del cine de verano, aunque ha encontrado resistencia por parte del Ayuntamiento para desarrollar un espacio al aire libre adecuado. A pesar de estos obstáculos, su pasión por el cine sigue siendo evidente en cada rincón del museo. La sala de invitados, donde los investigadores pueden sumergirse en la historia del cine, y la sala de cine rescatada, donde Jiménez recuerda su juventud como músico, son testimonio de su dedicación.
El Museo del Cine Carlos Jiménez es más que un simple museo; es un homenaje a la historia del cine y a la pasión de un hombre que ha dedicado su vida a preservar y compartir su amor por el séptimo arte. En un mundo donde el cine está en constante evolución, este museo se erige como un faro de historia y cultura, recordando a todos la importancia de las raíces del cine y su impacto en la sociedad.