En la localidad de Verín, un trágico incidente de violencia de género ha dejado a una mujer de 35 años gravemente herida tras ser tiroteada por su expareja. Este suceso, que ocurrió en la urbanización 1º de Mayo, ha puesto de manifiesto la alarmante problemática de la violencia machista en la región. La víctima, madre de tres hijos menores de edad, fue trasladada de urgencia al hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo, donde se encuentra en estado crítico debido a las heridas de bala que sufrió en el antebrazo y el tórax.
El ataque se produjo el pasado domingo, cuando el presunto agresor, que reside en Xinzo de Limia, se presentó en la vivienda de su expareja. A pesar de que la pareja había terminado su relación, el hombre intentaba reanudarla. Según testigos, tras una discusión acalorada, el agresor se dirigió a su vehículo, tomó una pistola y regresó a la ventana donde se encontraba la mujer y sus padres. En un acto de violencia extrema, disparó siete veces, alcanzando a la víctima en dos ocasiones. Las marcas de los impactos son evidentes en la fachada del edificio, lo que subraya la gravedad de la situación.
La Guardia Civil fue alertada por una vecina que escuchó el altercado y, al llegar al lugar, se encontró con que la mujer ya había sido evacuada al hospital. La investigación del caso fue asumida por la Policía Judicial, que rápidamente inició la búsqueda del agresor, quien había huido tras el ataque. Gracias a la colaboración del entorno familiar de la víctima, el sospechoso fue localizado y detenido más tarde en San Cibrao das Viñas. Durante la detención, se recuperó el arma utilizada en el ataque, la cual estaba en posesión del hombre sin la debida licencia.
Este caso no es un incidente aislado, sino que se suma a una serie de agresiones machistas que han sacudido a la provincia de Ourense en los últimos días. En menos de una semana, otra mujer en O Barco fue hospitalizada tras intentar escapar de su pareja saltando desde un cuarto piso. La violencia de género sigue siendo un problema crítico en la sociedad, y las autoridades están haciendo un llamado a la denuncia y a la implicación de la comunidad para combatir esta lacra social.
La víctima de Verín estaba incluida en el sistema de protección integral contra la violencia machista, aunque su nivel de riesgo era catalogado como «no apreciado», lo que significa que no se consideraba necesario implementar medidas de protección adicionales. Este sistema clasifica los casos en diferentes niveles de riesgo, desde bajo hasta extremo, y actualmente hay más de 500 mujeres en Ourense bajo este sistema de protección. De ellas, 211 se encuentran en el mismo nivel de riesgo que la víctima de Verín.
La situación de violencia de género en la región es alarmante, y las autoridades han intensificado sus esfuerzos para abordar este problema. La detención del presunto agresor y la recuperación del arma son pasos importantes, pero la comunidad debe unirse para crear un entorno más seguro para las mujeres. La violencia machista no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto profundo en sus familias y en la sociedad en general.
Es fundamental que se fomente la denuncia de estos actos violentos y que se brinde apoyo a las víctimas. Las estadísticas muestran que la violencia de género sigue siendo un problema persistente, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicarla. La colaboración entre las autoridades, las organizaciones sociales y la comunidad es esencial para crear un cambio real y duradero.
La violencia de género es un tema que requiere atención urgente y acción colectiva. La sociedad debe estar alerta y dispuesta a intervenir cuando se detecten situaciones de riesgo. La educación y la sensibilización son herramientas clave para prevenir la violencia y apoyar a las víctimas. La historia de la mujer de Verín es un recordatorio doloroso de que la violencia machista sigue presente y que es necesario actuar con firmeza para proteger a quienes están en peligro.