Recientemente, el Mercado Medieval de San Agustín en Avilés ha sido objeto de atención debido a varios casos de intoxicación alimentaria. Este evento, que atrae a numerosos visitantes, se llevó a cabo sin la supervisión adecuada de las autoridades sanitarias, lo que ha generado inquietud entre los profesionales de la salud pública. José Fernando Romojano, presidente del Sindicato Profesional de Veterinarios de Asturias, abordó este tema en una charla en el Aula de Cultura de La Voz de Avilés, donde destacó la falta de inspección en eventos de este tipo.
Durante su intervención, Romojano reveló que la información sobre los casos de intoxicación llegó a su conocimiento a través de los medios de comunicación. A pesar de que se temía un brote que podría haber afectado a más de sesenta personas, el Hospital Universitario San Agustín descartó anomalías estadísticas en ese periodo. Sin embargo, la falta de vigilancia previa en el Mercado Medieval es un punto crítico que Romojano subrayó, señalando que la mayoría de los mercadillos en Asturias operan sin la supervisión necesaria.
Uno de los principales problemas que enfrenta la región es la escasez de inspectores de salud pública. Romojano explicó que en el Área Sanitaria III, solo hay un inspector encargado de supervisar 360 locales, lo que limita su capacidad para realizar inspecciones efectivas. Este inspector solo puede trabajar durante el horario laboral, lo que significa que no puede verificar las condiciones de los establecimientos durante los momentos de mayor actividad, cuando los riesgos son más altos.
El ponente también hizo hincapié en que las políticas de salud pública suelen dar resultados a largo plazo, mientras que los políticos, que son quienes establecen las prioridades, a menudo se ven presionados por la necesidad de resultados inmediatos. Romojano citó como ejemplo la campaña contra la tuberculosis bovina, que comenzó a mostrar resultados después de dos décadas de esfuerzo.
Además de abordar la falta de inspección, Romojano ofreció consejos prácticos para mejorar la seguridad alimentaria en el hogar y en eventos al aire libre. Recomendó organizar los alimentos en la nevera de manera que los crudos se coloquen en la parte inferior, los cocinados en la parte superior y los alimentos semi-cocinados en el medio. Esta disposición ayuda a prevenir la contaminación cruzada, un riesgo común que puede llevar a intoxicaciones alimentarias.
En cuanto a la higiene en eventos al aire libre, Romojano destacó la importancia de la conservación de los alimentos y la higiene personal. Los asistentes a estos eventos deben estar atentos a las condiciones en las que se manipulan y sirven los alimentos, ya que esto puede ser un indicador de los riesgos asociados con la comida que consumen.
La charla de Romojano no solo se centró en los problemas actuales, sino que también abordó la historia de la veterinaria en relación con la inspección alimentaria en España. La veterinaria ha sido fundamental en el desarrollo de las normativas de seguridad alimentaria, y su papel sigue siendo crucial en la protección de la salud pública.
En resumen, la falta de inspección en eventos como el Mercado Medieval de Avilés plantea serias preocupaciones sobre la seguridad alimentaria. La escasez de recursos y la presión por resultados inmediatos dificultan la implementación de políticas efectivas. Es esencial que se tomen medidas para garantizar que los eventos públicos cuenten con la supervisión adecuada, protegiendo así la salud de los consumidores y evitando brotes de intoxicación alimentaria en el futuro.