El panorama político en España se encuentra en un momento crucial, especialmente a medida que se acercan las elecciones generales. Con el Gobierno de Pedro Sánchez enfrentando una serie de desafíos, las encuestas recientes ofrecen una visión clara de cómo se están moviendo las preferencias electorales entre los votantes. En este análisis, exploraremos las tendencias actuales, los cambios en la intención de voto y las implicaciones para los partidos políticos en el contexto de las elecciones generales de 2025.
La situación actual del Gobierno de Pedro Sánchez es compleja. A dos años de las elecciones generales, el Ejecutivo ha visto cómo la trama de corrupción que involucra a Santos Cerdán ha afectado su imagen y credibilidad. A pesar de esto, el caso Montoro ha proporcionado un respiro temporal, y los socios de Sánchez, aunque debilitados, aún no están dispuestos a respaldar una moción de censura impulsada por el Partido Popular (PP) y Vox. Sin embargo, el adelanto electoral ya no parece ser una opción descabellada, lo que ha llevado a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, a navegar en aguas más favorables, impulsado por la erosión del apoyo hacia los socialistas.
### Cambios en la Intención de Voto
Desde el inicio del año, las encuestas han mostrado un cambio significativo en la intención de voto. En particular, el mes de junio marcó un punto de inflexión, donde el PP ha ampliado su ventaja sobre el PSOE. Según las últimas estimaciones, el PP se posiciona con un 34,1% de los votos, mientras que el PSOE se queda en un 27,6%. Esta diferencia de 6,5 puntos es notable, considerando que en las elecciones generales anteriores, la ventaja de Feijóo sobre Sánchez fue de solo 1,3 puntos.
La evolución de los datos es reveladora. Comparando los resultados actuales con los de enero, el PP ha ganado un punto, mientras que el PSOE ha perdido cuatro. Esto se traduce en una proyección de 150 escaños para el PP, lo que representa un aumento de cinco escaños desde principios de año y 13 más que en las urnas. Por otro lado, el PSOE se proyecta con 110 escaños, lo que significa una pérdida de ocho escaños en comparación con hace seis meses y 11 menos que en las elecciones de 2023.
Este cambio en la intención de voto no solo afecta a los partidos principales, sino que también tiene repercusiones para las formaciones más pequeñas. Vox, por ejemplo, ha visto un crecimiento en su apoyo, alcanzando un 14,5% de los votos y 44 escaños, lo que representa un aumento significativo desde enero. En contraste, Sumar, que ha sido una de las fuerzas emergentes en la izquierda, ha visto un descenso en su representación, proyectándose con solo el 6% de los votos y 10 escaños.
### Análisis de las Fuerzas Políticas
El panorama electoral actual muestra una clara polarización entre los dos principales bloques: el bloque de derecha, encabezado por el PP y Vox, y el bloque de izquierda, que incluye al PSOE, Sumar y Podemos. La suma de escaños entre el PP y Vox permitiría a Feijóo alcanzar la Moncloa con el apoyo de la extrema derecha, lo que contrasta con la situación del Gobierno actual, que se vería reducido a 120 escaños, 13 menos que en enero y 32 menos que en las elecciones.
El crecimiento de Vox es un fenómeno que merece atención. La formación de Santiago Abascal ha capitalizado el descontento de los votantes y ha logrado consolidar su posición en el espectro político español. Su ascenso se ha visto reflejado en las encuestas, donde ha pasado de una representación ajustada en las elecciones de 2023 a una posición más sólida en la actualidad. Esto plantea interrogantes sobre el futuro de la coalición de izquierda, que parece fragmentarse ante la presión de un electorado que busca alternativas más definidas.
Por otro lado, Podemos, que alguna vez fue un actor clave en la política española, se encuentra en una situación precaria, proyectándose con un 4,6% de los votos y solo 6 escaños. Esta caída en la representación es un reflejo de la dificultad que enfrenta la izquierda para unirse y presentar una alternativa viable al electorado, lo que podría resultar en una mayor fragmentación del voto en el futuro.
La situación en Cataluña también es digna de mención. Junts y ERC han mantenido una representación estable, con ambos partidos proyectándose con 7 escaños. Esto sugiere que, a pesar de las tensiones políticas, la situación en Cataluña sigue siendo un factor importante en el panorama electoral español. En el País Vasco, EH Bildu y el PNV también se encuentran en una situación similar, manteniendo un empate en representación.
El análisis de las encuestas de 2025 revela un panorama electoral en constante cambio, donde las dinámicas de poder entre los partidos están en juego. A medida que se acercan las elecciones, será crucial observar cómo se desarrollan estas tendencias y cómo los partidos políticos responden a las demandas de los votantes. La fragmentación del voto, el ascenso de la extrema derecha y la lucha por la representación en la izquierda son solo algunos de los factores que definirán el futuro político de España en los próximos meses.
