La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) ha tomado una decisión histórica al trasladar su sede desde Carolina del Norte, Estados Unidos, a Europa, eligiendo a Málaga como una de sus dos nuevas ubicaciones. Este movimiento no solo representa un cambio geográfico, sino que también subraya la creciente importancia del ecosistema científico y tecnológico de la ciudad andaluza. La IUPAC, que cuenta con más de 2.000 investigadores de 57 países, se establecerá en el Rectorado de la Universidad de Málaga y en el Consejo Nacional de Investigación de Roma, marcando un nuevo capítulo en la historia de la química a nivel mundial.
La elección de Málaga como sede de la IUPAC es un testimonio del desarrollo y la consolidación del entorno innovador de la ciudad. Durante casi tres décadas, la IUPAC había estado ubicada en el Research Triangle Park de Carolina del Norte, un centro conocido por su enfoque en la investigación y la educación. Sin embargo, la reciente decisión de trasladar su sede a Europa refleja un cambio en las dinámicas globales de la ciencia y la investigación. Este movimiento se produce en un contexto donde las ciudades europeas están compitiendo por atraer instituciones científicas de renombre.
La decisión de la IUPAC fue influenciada por una serie de factores, entre los que destaca la primera edición del Foro Económico y Social del Mediterráneo, celebrado en Valencia. En este evento, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto con otros líderes y expertos, discutieron la posibilidad de presentar la candidatura de la ciudad para albergar la sede de la IUPAC. La colaboración entre la universidad, el parque tecnológico y el gobierno local fue fundamental para que Málaga se posicionara como un candidato fuerte frente a otras ciudades de Asia, Europa y América que también mostraron interés en acoger esta prestigiosa organización.
La IUPAC, fundada en 1919, ha sido pionera en la creación de un lenguaje común en la química, estableciendo estándares y promoviendo la educación en esta disciplina. Su papel como autoridad mundial en la nomenclatura y clasificación de elementos químicos es crucial para el avance de la ciencia. Con el regreso de la IUPAC a Europa, se espera que Málaga se convierta en un centro neurálgico para la investigación química, atrayendo a científicos y académicos de todo el mundo.
### La relevancia de la IUPAC en el ámbito científico
La IUPAC no solo se encarga de la nomenclatura de los elementos químicos, sino que también juega un papel vital en la promoción de la colaboración entre la academia y la industria. A lo largo de su historia, ha establecido normas y prácticas que han sido adoptadas globalmente, facilitando la comunicación y el entendimiento entre investigadores de diferentes disciplinas y países.
Uno de los aspectos más destacados de la IUPAC es su compromiso con la educación. La organización ha desarrollado programas y recursos que buscan fomentar el interés por la química entre las nuevas generaciones. Esto es especialmente relevante en un momento en que la ciencia enfrenta desafíos globales, como el cambio climático y la sostenibilidad. La IUPAC ha estado a la vanguardia de la investigación en tecnologías emergentes, ayudando a definir las prioridades en el campo de la química y su aplicación en la resolución de problemas contemporáneos.
La elección de Málaga como sede de la IUPAC también tiene implicaciones significativas para la comunidad científica en España. La presencia de esta organización en la ciudad no solo atraerá a investigadores, sino que también fomentará la creación de redes de colaboración entre universidades, centros de investigación y la industria local. Esto podría resultar en un aumento de la inversión en investigación y desarrollo, así como en la creación de empleo en sectores relacionados con la ciencia y la tecnología.
### El futuro de la investigación química en Málaga
Con la llegada de la IUPAC, Málaga se posiciona como un nuevo referente en el ámbito de la investigación química en Europa. La instalación de la sede en el Rectorado de la Universidad de Málaga está programada para enero del próximo año, y se espera que la apertura oficial de la oficina tenga lugar en el primer trimestre de 2026. Este proceso no solo implica la llegada de personal de la IUPAC, sino también la realización de reuniones y asambleas que contribuirán al desarrollo de proyectos científicos de gran envergadura.
El alcalde de Málaga ha expresado su entusiasmo por esta nueva etapa, señalando que la ciudad estará presente en la «superliga de ciudades» que albergan instituciones científicas de primer nivel. La colaboración entre la universidad, el parque tecnológico y el gobierno local será crucial para maximizar las oportunidades que surjan de esta nueva sede.
La llegada de la IUPAC a Málaga es un paso significativo hacia la consolidación de la ciudad como un hub de innovación y ciencia en Europa. Con el respaldo de una comunidad académica activa y un entorno empresarial dinámico, Málaga está lista para asumir un papel destacado en el avance de la química y la investigación científica a nivel global. Este desarrollo no solo beneficiará a la comunidad científica, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía local y en la formación de futuros científicos en España.