Las familias y simpatizantes de los rehenes israelíes retenidos por Hamás en Gaza han llevado a cabo protestas frente a la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un contexto de creciente tensión. La reciente decisión del gobierno israelí de autorizar la ocupación de Gaza City, donde residen aproximadamente 800.000 civiles, ha generado un amplio debate sobre las implicaciones humanitarias y militares de esta acción. La evacuación de los residentes de Gaza City se llevará a cabo en cuanto se establezca una infraestructura mínima de tiendas y hospitales de campaña, lo que podría ocurrir en cuestión de días o semanas.
La decisión de Netanyahu ha sido considerada arriesgada, ya que intensifica la acción militar a pesar de las advertencias de su propio ejército y de la presión internacional. Las familias de los rehenes han expresado su preocupación, afirmando que el gobierno ha «sentenciado a muerte» a los ciudadanos israelíes que aún permanecen en manos de Hamás. El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, ha instado al primer ministro a reconsiderar la inclusión de la salvación de los cautivos en las prioridades del plan militar, advirtiendo que esto podría tener consecuencias desastrosas.
Reacciones internacionales han comenzado a surgir, con el Reino Unido, Egipto y Australia criticando la nueva fase bélica. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha calificado la decisión como errónea, sugiriendo que solo conducirá a más derramamiento de sangre. Además, las autoridades egipcias han advertido sobre el peligro que corren los rehenes, indicando que Hamás y la Yihad Islámica han dado órdenes a sus militantes de «neutralizarlos» si son asediados.
La reciente reunión del Consejo de Seguridad fue una de las más tensas desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, donde se discutieron las decisiones que llevaron a la muerte de más de 1.200 civiles y al secuestro de otros 240. A pesar de las críticas, el plan de ocupación fue aprobado con el respaldo de los ministros, aunque se ha limitado a Gaza City, dejando en el aire la toma del resto del territorio gazatí.
### Un Escenario Complejo para las Fuerzas de Defensa
Gaza City representa un desafío significativo para las Fuerzas de Defensa de Israel, que han evitado operar en muchos de sus barrios densamente poblados para no poner en riesgo a los rehenes. Se estima que en esta área se encuentran los últimos bastiones de resistencia de Hamás, rodeados de trampas y túneles desconocidos. La invasión requerirá un desalojo masivo de casi un millón de personas, lo que podría resultar en una nueva crisis humanitaria.
La población de Gaza City ha sufrido enormemente, habiendo sido desplazada repetidamente y careciendo de recursos básicos. Muchos han perdido a familiares debido a los bombardeos, enfermedades y la falta de alimentos. La situación del ejército israelí también es preocupante, ya que las tropas han estado en el frente durante 22 meses, lo que ha llevado a un aumento en las solicitudes de tratamiento psicológico y un alarmante número de suicidios entre los soldados.
A pesar de estas preocupaciones, el gabinete de Netanyahu ha decidido seguir adelante con el plan de ocupación, que se espera sea gradual. La intención es establecer un gobierno civil en Gaza sin la presencia de Hamás ni de la Autoridad Palestina, lo que ha generado aún más críticas y preocupaciones sobre el futuro de la región.
### Protestas y Reacciones en el Terreno
Las manifestaciones en las calles han sido una respuesta directa a la decisión del gobierno. Miles de familiares de rehenes y ciudadanos han exigido el fin de la guerra y han denunciado la situación de hambruna que enfrenta Gaza. La presión sobre Netanyahu es palpable, ya que muchos en la sociedad israelí están cansados de la prolongada guerra y sus consecuencias devastadoras.
El primer ministro, tras la ocupación de Gaza City, podría continuar con operaciones militares en otros campamentos sin necesidad de convocar un nuevo consejo. Sin embargo, su estrategia se basa en la esperanza de que Hamás se rinda tras la ocupación de su feudo capitalino y acepte negociar la liberación de los rehenes.
Mientras tanto, Catar, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos están presionando para lograr un cambio en la postura de Hamás, pero la milicia ha dejado claro que cualquier futuro gobierno en Gaza será considerado un enemigo. El Consejo de Seguridad ha establecido cinco condiciones para que Israel ponga fin a la guerra, incluyendo el desarme total de Hamás y la entrega de todos los rehenes.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, y las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales para determinar el futuro de la región y la vida de miles de civiles atrapados en medio del conflicto.