La llegada de los taxis autónomos ha marcado un hito en la movilidad urbana, y San Francisco se ha convertido en el epicentro de esta revolución. La empresa Waymo, una subsidiaria de Alphabet, ha desplegado su flota de vehículos sin conductor en varias ciudades de Estados Unidos, y su expansión hacia Europa está en marcha. Este artículo explora la experiencia de viajar en un robotaxi y los desafíos que enfrenta esta innovadora tecnología.
### La Experiencia de Viajar en un Robotaxi
Subirse a un taxi sin conductor puede parecer una experiencia sacada de una película de ciencia ficción, pero en San Francisco, es una realidad cotidiana. Waymo ha implementado su servicio de robotaxis en la ciudad, donde los vehículos circulan por las calles con un sistema de conducción autónoma que combina sensores, cámaras y radares. El modelo utilizado es el Jaguar I-Pace, un SUV eléctrico que ha sido modificado para incluir la tecnología necesaria para operar sin intervención humana.
Para utilizar el servicio, los pasajeros deben descargar una aplicación móvil, registrarse y agregar un método de pago. El proceso de reserva es similar al de plataformas de transporte convencionales, como Uber. Una vez que se introduce el origen y destino, la aplicación muestra el trayecto y el costo del viaje, que en este caso fue de 12 dólares, un precio competitivo en comparación con otros servicios de transporte en la ciudad.
Al llegar el robotaxi, los pasajeros deben desbloquear las puertas desde su teléfono, una medida de seguridad para evitar que personas no autorizadas accedan al vehículo. Una vez dentro, el viaje comienza solo cuando todos los ocupantes se abrochan el cinturón de seguridad. Durante el trayecto, el vehículo demuestra su capacidad para interactuar con el entorno: frena ante peatones, se detiene ante señales de tráfico y toma curvas con suavidad. La experiencia es fluida y sorprendentemente cómoda, aunque puede resultar extraña para quienes están acostumbrados a la presencia de un conductor.
### Desafíos y Controversias en la Implementación
A pesar de la innovación que representan los taxis autónomos, su implementación no ha estado exenta de controversias. Desde su lanzamiento en 2021, Waymo ha enfrentado críticas sobre la seguridad de sus vehículos. Algunos detractores, incluidos exfuncionarios de la ciudad, han expresado preocupaciones sobre el impacto de estos vehículos en la seguridad vial y el empleo en el sector del transporte. La oposición se ha intensificado tras incidentes como el atropello de un gato en el distrito de Mission, que generó un debate sobre la responsabilidad de los vehículos autónomos en accidentes.
Además, el Departamento de Vehículos Motorizados de California ha reportado cerca de 900 colisiones involucrando coches autónomos, lo que ha alimentado el escepticismo sobre su seguridad. A pesar de estos incidentes, Waymo defiende que sus vehículos son más seguros que los conducidos por humanos, citando estadísticas que indican una tasa de accidentes significativamente menor en comparación con la media de conductores humanos.
El debate sobre la seguridad de los robotaxis también ha estado marcado por incidentes virales, como el de un vehículo que dio 37 vueltas en una rotonda o el de otro que quedó atrapado en un estacionamiento. Estos fallos han llevado a algunos a cuestionar la fiabilidad de la tecnología y su capacidad para operar de manera segura en entornos urbanos complejos.
### El Futuro de los Robotaxis en Europa
Con la mirada puesta en el futuro, Waymo planea expandir su servicio a Europa, comenzando por Londres en 2026. La compañía ha recibido luz verde de las autoridades británicas para operar bajo un marco regulatorio que permite la alta automatización de vehículos. Este avance podría abrir la puerta a la adopción de taxis autónomos en otras ciudades europeas, aunque la regulación y la aceptación pública seguirán siendo factores cruciales en su implementación.
En el contexto europeo, la pregunta que surge es si otros países seguirán el ejemplo del Reino Unido y permitirán la operación de vehículos autónomos en sus calles. La experiencia de San Francisco podría servir como un modelo para otras ciudades, pero también como una advertencia sobre los desafíos que conlleva la introducción de esta tecnología.
La inversión en el desarrollo de vehículos autónomos ha superado los 12.000 millones de dólares, y Waymo ha logrado realizar más de 250.000 viajes semanales. Con planes de aumentar su flota en el próximo año y expandirse a nuevas ciudades, la compañía está bien posicionada para liderar el camino en la movilidad autónoma. Sin embargo, el éxito de esta tecnología dependerá de su capacidad para abordar las preocupaciones de seguridad y la aceptación pública en un mundo que aún se adapta a la idea de viajar sin conductor.
