La sala del Sabadell Herrero en Oviedo se convierte en un espacio de reflexión y admiración con la exposición ‘Eduardo Chillida. La presencia del vacío’, que reúne sesenta obras del célebre artista español. Esta muestra, comisariada por Alicia Vallina, ofrece una mirada profunda a la relación de Chillida con el papel, un material que, según su hijo Luis Chillida, fue fundamental en su proceso creativo. La exposición estará abierta al público hasta el 14 de diciembre, permitiendo a los visitantes explorar la esencia del artista a través de sus obras más delicadas y significativas.
Eduardo Chillida, conocido por sus esculturas monumentales y su enfoque innovador del espacio, también dejó una huella indeleble en el mundo del arte en papel. La muestra incluye una variedad de técnicas, desde collages y dibujos hasta libros de artista, que reflejan su amor por el papel y su capacidad para jugar con la materia y el vacío. Luis Chillida destaca que su padre pensaba con un lápiz en la mano, lo que subraya la importancia del dibujo en su proceso creativo. Este enfoque metódico y reflexivo se traduce en obras que invitan a la contemplación y a la interpretación personal.
La exposición no solo se centra en las obras en papel, sino que también rinde homenaje a la filosofía de Chillida sobre el arte. La idea del vacío, que permea su trabajo, se presenta como un concepto esencial que da vida y significado a sus creaciones. Alicia Vallina, quien ha dedicado su carrera a estudiar y promover la obra de Chillida, enfatiza que el vacío no es simplemente la ausencia de materia, sino una dimensión que enriquece la experiencia del espectador. En sus palabras, el vacío constituye «la riqueza y la naturaleza de la propia obra».
Entre las piezas destacadas se encuentran libros de artista dedicados a figuras como Parménides y Jorge Guillén, que muestran la conexión de Chillida con la literatura y la filosofía. Estos libros no son meras ilustraciones, sino objetos que transmiten su pensamiento y su búsqueda de respuestas a preguntas profundas sobre la existencia y el arte. La exposición invita a los visitantes a sumergirse en este universo de ideas y a reflexionar sobre su propia relación con el arte.
Luis Chillida, presente en la inauguración, compartió anécdotas sobre su padre y su proceso creativo. Recordó cómo Eduardo, a veces, dibujaba con la mano izquierda para experimentar con la lentitud de los trazos, lo que le permitía reflexionar más profundamente sobre su trabajo. Esta atención al detalle y esta búsqueda de la calma en el proceso creativo son características que definen la obra de Chillida y que se reflejan en la exposición.
La comisaria, Alicia Vallina, también ha querido que la exposición sea un espacio de diálogo y reflexión sobre conceptos como la tolerancia, el respeto y la libertad, que Chillida defendía fervientemente. A través de sus obras, se plantea un viaje que invita a los espectadores a cuestionar y explorar su propia percepción del arte y del mundo que los rodea. Vallina ha incluido citas del artista en las paredes de la sala, lo que permite a los visitantes conectar aún más con su pensamiento y su visión del arte como un medio para el conocimiento y la introspección.
La exposición ‘Eduardo Chillida. La presencia del vacío’ no solo es una celebración de la obra de un gran maestro del arte contemporáneo, sino también una invitación a explorar la complejidad del vacío y su significado en la creación artística. Chillida, a través de su trabajo en papel, nos recuerda que el arte es un espacio abierto a la interpretación y a la reflexión personal, donde cada espectador puede encontrar su propio significado y conexión con la obra.
Con esta muestra, el legado de Chillida continúa vivo, inspirando a nuevas generaciones a explorar la belleza del vacío y la profundidad del pensamiento artístico. La sala del Sabadell Herrero se convierte en un refugio para aquellos que buscan entender no solo la obra de Chillida, sino también el papel que el arte juega en nuestras vidas y en nuestra comprensión del mundo.