El Cirque du Soleil, conocido por su innovador enfoque del entretenimiento, se prepara para llevar su espectáculo KURIOS a Gijón entre el 11 de julio y el 17 de agosto. Michel Laprise, director de esta producción, ha estado al frente de la compañía desde el año 2000, y en una reciente entrevista, compartió su visión sobre la creación de KURIOS, un espectáculo que combina la curiosidad humana con la magia del circo.
KURIOS, que se traduce como «el gabinete de curiosidades», es una obra que invita al público a explorar lo extraordinario. Laprise describe su creación como un homenaje a la gran carpa del circo, un símbolo de alegría y creatividad. «Cuando volví a la carpa, pensé en cómo los mástiles y la lona funcionan como una antena que capta la energía del lugar donde estamos. Esta energía se comparte con los artistas y el público», explica.
La historia de KURIOS gira en torno a un personaje que viaja por el mundo, fascinado por las maravillas que encuentra. Este viajero, con un espíritu curioso, decide inventar una máquina que utiliza electricidad para transportarlo a diferentes dimensiones. En su viaje, descubre un lugar secreto donde los sueños esperan ser soñados, un concepto que Laprise describe como «el valle de los posibles imposibles». La idea es que todos tenemos la capacidad de soñar y hacer realidad lo que parece inalcanzable.
Laprise también reflexiona sobre el proceso de creación del espectáculo. «Trabajamos incansablemente, porque queríamos hacer algo que fuera simple pero a la vez innovador. Reuní a un equipo apasionado y les dije que esto era más que un espectáculo, era una misión», comenta. Esta dedicación ha dado como resultado un espectáculo que ha sido visto por más de cinco millones de personas en todo el mundo.
Uno de los aspectos más destacados de KURIOS es su complejidad técnica. Laprise menciona que, aunque el espectáculo es técnicamente avanzado, su objetivo es que parezca fácil y mágico. «No quería que la tecnología se notara; quería que el espectáculo se sintiera como si ocurriera por arte de magia», señala. Esta fusión de arte y tecnología es lo que hace que KURIOS sea un espectáculo único y conmovedor.
El Cirque du Soleil celebra este año su aniversario, y Laprise se siente afortunado de formar parte de esta compañía. «Lo que hacemos es un encuentro en vivo entre los artistas y el público, algo que no se puede digitalizar. Me siento privilegiado de tener la responsabilidad de seguir creando experiencias que lleguen al corazón de las personas», afirma.
En cuanto al futuro del Cirque du Soleil, Laprise es optimista. «Mientras mantengamos nuestros valores y la conexión humana en lo que hacemos, el futuro será brillante. No solo hacemos entretenimiento, hacemos arte que entretiene», dice con convicción. Esta filosofía se refleja en cada actuación, donde el objetivo es no solo entretener, sino también inspirar y conectar con el público.
Gijón ha sido un lugar recurrente para el Cirque du Soleil, y Laprise tiene grandes expectativas para las próximas actuaciones de KURIOS. «El público encontrará todo lo que ama del Cirque, pero también algunas sorpresas. Hemos incorporado nuevas disciplinas y técnicas, como marionetas de mano y percusiones sobre la mesa», revela. La idea es ofrecer una experiencia fresca y emocionante que mantenga la esencia del Cirque mientras se exploran nuevas posibilidades.
La llegada de KURIOS a Gijón promete ser un evento memorable, donde la curiosidad y la creatividad se unen para ofrecer un espectáculo que desafía los límites de lo posible. Con la dirección de Michel Laprise, el Cirque du Soleil continúa su legado de innovación y magia, llevando su arte a nuevas alturas y tocando los corazones de millones de personas en todo el mundo.