La situación en Gaza se ha vuelto cada vez más tensa con la reciente decisión de Israel de intensificar su ofensiva militar. Las fuerzas israelíes han comenzado a movilizarse en las afueras de la Ciudad de Gaza, con el objetivo declarado de tomar el control de la capital y «derrotar a Hamás». Este movimiento ha sido respaldado por la movilización de 60,000 reservistas, mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ordenado acortar los plazos para la operación militar, que se ha denominado ‘Carros de Gedeón II’.
### Movilización Militar y Estrategia de Invasión
El portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, ha confirmado que las fuerzas ya controlan las afueras de la ciudad, lo que marca el inicio de una invasión a gran escala. La operación, que se espera sea prolongada, tiene como objetivo no solo la derrota de Hamás, sino también la liberación de los rehenes que aún permanecen en la Franja. A pesar de la presión internacional y las propuestas de tregua, Netanyahu ha optado por una estrategia militar, argumentando que Hamás se encuentra bajo «una presión atómica».
El ministro de Defensa, Israel Katz, ha indicado que el número de reservistas podría llegar hasta 130,000, lo que refleja la magnitud de la operación. Estos reservistas serán asignados a diversas funciones, incluyendo la fuerza aérea y la inteligencia, mientras que otros 20,000 soldados en activo han sido notificados de que su servicio se extenderá. Esta movilización masiva es un indicativo de la seriedad con la que Israel está abordando la situación en Gaza, a pesar de las críticas y la creciente preocupación por el impacto humanitario de la ofensiva.
La operación ‘Carros de Gedeón II’ se presenta como una continuación de la fallida ‘Carros de Gedeón I’, que se lanzó en mayo con el objetivo de conquistar Gaza y liberar a los rehenes. Sin embargo, los objetivos iniciales no se han cumplido, lo que ha llevado a las autoridades israelíes a intensificar sus esfuerzos militares. A pesar de que el aparato militar de Hamás ha sido debilitado, aún conserva la capacidad de llevar a cabo emboscadas y ataques sorpresivos, lo que complica aún más la situación en el terreno.
### Impacto Humanitario y Reacciones Internacionales
La intensificación de los bombardeos en Gaza ha tenido un efecto devastador en la población civil. Se estima que casi un millón de personas se verán obligadas a desplazarse hacia el sur debido a la ofensiva militar. Los barrios de la Ciudad de Gaza han sido objeto de intensos ataques, convirtiéndolos en inhabitables y forzando a decenas de miles de vecinos a huir. La situación humanitaria es crítica, con la población enfrentando escasez de alimentos, agua y medicinas, exacerbada por el bloqueo total impuesto por Israel.
La Gaza Humanitarian Foundation (GHF), un organismo privado creado para reemplazar a la ONU en la distribución de ayuda, ha sido criticada por su ineficacia. Sus puntos de reparto se han convertido en «trampas mortales» para los ciudadanos desesperados, según informes de la ONU. La comunidad internacional observa con creciente preocupación la escalada del conflicto y sus consecuencias humanitarias, mientras que las propuestas de alto el fuego siguen siendo ignoradas por el gobierno israelí.
Las familias de los rehenes también han expresado su angustia ante la decisión de intensificar la ofensiva. Los portavoces del Foro de Familias de Rehenes han exigido reuniones urgentes con las autoridades para discutir cómo se garantizará la seguridad de los secuestrados durante la operación. La incertidumbre y el miedo se apoderan de la población, tanto de los que permanecen en Gaza como de aquellos que tienen seres queridos atrapados en el conflicto.
La situación en Gaza es un reflejo de la complejidad del conflicto israelí-palestino, donde las decisiones militares tienen repercusiones profundas en la vida de millones de personas. A medida que las fuerzas israelíes se preparan para una invasión, el mundo observa con preocupación el desenlace de esta nueva fase del conflicto, que promete ser tan destructiva como las anteriores. Las esperanzas de una resolución pacífica parecen desvanecerse, mientras la violencia y el sufrimiento continúan en aumento.