La inteligencia artificial (IA) está transformando diversos sectores, y la gestión pública no es la excepción. En Catalunya, el Parlament está explorando cómo esta tecnología puede integrarse en sus procesos, buscando mejorar la eficiencia y la accesibilidad de la información. Esta iniciativa se enmarca dentro de una tendencia global que busca adaptar las instituciones democráticas a los avances tecnológicos, y el Parlament de Catalunya no quiere quedarse atrás.
### Implementación de IA en el Parlament
Desde hace varios meses, el Parlament de Catalunya ha estado trabajando en la posible implementación de herramientas de inteligencia artificial. Una de las aplicaciones más destacadas es la transcripción automatizada de discursos parlamentarios, tanto en tiempo real como en diferido. Actualmente, ya se utiliza IA con supervisión humana para asegurar la precisión en las sesiones de control al Govern, donde se publican las intervenciones de los parlamentarios en la web. Sin embargo, el objetivo es avanzar hacia un sistema que permita subtitular las sesiones plenarias y las ruedas de prensa en tiempo real, sin necesidad de intervención humana directa.
Fuentes internas del Parlament han confirmado que este proyecto se encuentra en una fase de estudio, con la intención de lanzar una primera fase piloto antes del verano. Si los resultados son positivos, se espera que la implementación completa se realice antes de finalizar el año 2025. No obstante, los expertos advierten que aún hay mucho trabajo por hacer para mejorar la precisión de las transcripciones simultáneas, un aspecto crucial para garantizar la calidad de la información que se ofrece al público.
### Oportunidades y Desafíos de la IA en la Gestión Pública
El uso de la inteligencia artificial en el ámbito parlamentario no se limita a la transcripción de discursos. Un informe reciente del Consell Assessor del Parlament sobre Ciència i Tecnologia (CAPCIT) ha delineado varias áreas en las que la IA puede ser beneficiosa. Estas incluyen la asistencia en la redacción de leyes, el análisis del impacto de propuestas legislativas, la detección de desinformación y la mejora de la accesibilidad para la ciudadanía.
Sin embargo, el informe también subraya la importancia de abordar los riesgos asociados con la implementación de la IA. Uno de los principales desafíos es el llamado «sesgo de automatización», que se refiere a la tendencia a confiar excesivamente en la tecnología sin la supervisión adecuada. Para mitigar estos riesgos, es fundamental preservar la autonomía humana en los procesos parlamentarios y garantizar la transparencia en el uso de estas herramientas.
A nivel internacional, el uso de la IA en los parlamentos es aún incipiente. Pocos ejemplos destacan, como la Cámara de Diputados de Argentina, el Parlamento Federal de Canadá y el Parlamento Helénico, que han comenzado a explorar esta tecnología. Sin embargo, el Parlamento Europeo se presenta como un referente sólido, ya que no solo ha legislado sobre la IA, sino que también ha comenzado a utilizar sistemas inteligentes para resumir textos y ofrecer respuestas automatizadas a los ciudadanos. Este enfoque podría servir como modelo para el Parlament de Catalunya, ayudando a reducir el margen de error en la implementación de la IA.
El informe del CAPCIT también enfatiza la necesidad de adaptar la estructura interna del Parlament a este nuevo escenario digital. Esto incluye la formación de diputados y personal técnico en el uso ético y eficaz de la inteligencia artificial, así como la renovación de los criterios de selección para incorporar perfiles especializados en tecnología. La capacitación adecuada será esencial para asegurar que los empleados del Parlament puedan utilizar estas herramientas de manera efectiva y responsable.
La incorporación de la inteligencia artificial en el Parlament de Catalunya representa una oportunidad significativa para modernizar la gestión pública y mejorar la comunicación con los ciudadanos. A medida que se avanza en este proceso, será crucial mantener un enfoque equilibrado que priorice la transparencia, la ética y la supervisión humana. La tecnología puede ser una aliada poderosa, pero su implementación debe ser cuidadosa y reflexiva, garantizando que sirva al interés público y fortalezca la democracia.
En resumen, el Parlament de Catalunya está dando pasos importantes hacia la integración de la inteligencia artificial en sus procesos. Con un enfoque en la mejora de la eficiencia y la accesibilidad, esta iniciativa podría transformar la forma en que se lleva a cabo la gestión pública en la región, siempre que se maneje con la debida precaución y responsabilidad.