La Sala de Fotografía del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer en Avilés ha inaugurado una exposición dedicada a la icónica fotógrafa Colita, quien dejó una huella indeleble en el mundo del fotoperiodismo. La muestra, titulada ‘Colita. Arte y parte’, se presenta como un homenaje a su legado y a su capacidad para capturar la esencia humana a través de su cámara. Francesc Polop, comisario de la exposición y amigo cercano de la artista, ha compartido su visión sobre el impacto de Colita en la cultura contemporánea.
Colita, cuyo nombre real es Isabel Steva Hernández, es conocida por su enfoque humanista en la fotografía. A lo largo de su carrera, ha retratado a figuras emblemáticas de la cultura española, desde escritores como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa hasta artistas como Montserrat Caballé y Antonio López. En sus imágenes, Colita no solo captura la apariencia de sus sujetos, sino que también busca mostrar la humanidad que hay detrás de cada personaje. «Siempre hay un juego», explica Polop, refiriéndose a la habilidad de Colita para conectar con las personas que fotografiaba.
La exposición en Avilés reúne más de 120 fotografías que se organizan en seis bloques temáticos: cine, flamenco, pintura, literatura, transgresión y arte. Cada sección ofrece una ventana a momentos significativos en la vida cultural de España durante las décadas de los sesenta y setenta, un periodo en el que Colita se embarcó en un «viaje sin fin» en busca de la emoción a través de su arte. Sin embargo, a pesar de su cercanía con figuras que transformaron la cultura, solo una experiencia logró conmoverla profundamente: el baile flamenco de Carmen Amaya, que la hizo llorar.
La exposición no solo es un recorrido por la obra de Colita, sino también un viaje a través de la historia cultural de Barcelona, donde la fotógrafa desarrolló su carrera. Las imágenes expuestas reflejan un contexto vibrante y dinámico, lleno de vida y creatividad. Polop destaca que, aunque Colita se consideraba a sí misma una fotoperiodista, su trabajo va más allá de la mera documentación; busca establecer una conexión emocional con el espectador.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 11 de enero, se presenta como una oportunidad única para apreciar el legado de una de las fotógrafas más influyentes de las últimas décadas. La Sala de Fotografía del Niemeyer se ha transformado en un espacio que invita a los visitantes a reflexionar sobre la importancia de la fotografía como medio para contar historias y conectar con la humanidad.
Colita falleció a finales de 2023, y esta es la primera exposición concebida completamente después de su muerte. Polop, quien ha estado involucrado en la preservación de su obra a través del Archivo Colita, ha expresado su deseo de mantener viva la memoria de la artista y su contribución al mundo del arte. La exposición no solo celebra su trabajo, sino que también invita a los espectadores a explorar su propia relación con la fotografía y el arte.
El Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer se ha convertido en un punto de referencia para la cultura en Asturias, y esta exposición es un testimonio de su compromiso con la promoción del arte y la cultura. La obra de Colita, con su enfoque en el humanismo y la conexión emocional, resuena profundamente en un momento en que la sociedad busca formas de entender y expresar la experiencia humana.
La inauguración de ‘Colita. Arte y parte’ ha atraído a numerosos visitantes, quienes han tenido la oportunidad de sumergirse en el mundo de una artista que dedicó su vida a capturar la esencia de las personas y sus historias. La exposición es un recordatorio de que, a través de la fotografía, podemos explorar no solo la vida de los demás, sino también nuestra propia humanidad.