La emblemática cantante Paloma San Basilio ofreció un emotivo concierto de despedida en el Teatro Jovellanos de Gijón, donde su presencia desbordó el escenario y cautivó a un público entusiasta. Con una carrera que abarca más de cinco décadas, la artista celebró su legado musical en un evento que se convirtió en un homenaje a su trayectoria.
La velada comenzó con la interpretación de ‘Gracias a la vida’, una canción de Violeta Parra que resonó profundamente en el corazón de los asistentes. Desde el primer acorde, el teatro se llenó de aplausos y vítores, creando un ambiente de celebración y nostalgia. Paloma, con su carisma habitual, recordó sus raíces asturianas y evocó memorias de su infancia, lo que estableció un vínculo especial con el público local.
A medida que avanzaba el concierto, la artista continuó deleitando a los presentes con una selección de sus temas más icónicos. Canciones como ‘Bésame mucho’, ‘Caballo viejo’ y ‘El día que me quieras’ fueron recibidas con entusiasmo, y el público no dudó en unirse a los coros, creando una atmósfera de complicidad y alegría. La interacción entre Paloma y sus seguidores fue constante, y su energía en el escenario era contagiosa.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue la interpretación de ‘Yolanda’, de Pablo Milanés, que fue seguida por una versión vibrante de ‘Hija de la luna’ de Mecano. La artista también sorprendió a los asistentes con una interpretación de ‘Cuando nadie me ve’ de Alejandro Sanz, mostrando su versatilidad y capacidad para adaptar su estilo a diferentes géneros.
El vestuario de Paloma San Basilio también fue un punto focal del espectáculo. A lo largo de la noche, la cantante cambió de atuendo en varias ocasiones, cada uno más deslumbrante que el anterior. Su tercer vestido, largo y cubierto de lentejuelas, fue especialmente aclamado mientras interpretaba ‘Nadie como tú’, donde realizó un hermoso juego vocal con sus coristas, una de las cuales es su hija Ivanna.
La artista no se limitó a sus éxitos más recientes; también recordó sus primeros triunfos con canciones como ‘Libre’ y ‘Paloma infiel’, que demostraron que su talento sigue intacto. La noche culminó con la poderosa interpretación de ‘No llores por mí, Argentina’, que hizo que el público se pusiera de pie en un aplauso ensordecedor. Para cerrar la velada, Paloma ofreció ‘Juntos’, dejando a todos con un sentimiento de gratitud y admiración por su legado.
El concierto no solo fue un espectáculo musical, sino también una celebración de la vida y la carrera de una de las voces más queridas de la música en español. Paloma San Basilio, con su estilo único y su inigualable presencia escénica, demostró una vez más por qué es considerada una diva de la música. Su capacidad para conectar con el público y su habilidad para interpretar una amplia gama de canciones la han consolidado como un ícono en el mundo de la música.
La gira de despedida ‘Gracias’ no solo marca el final de una era, sino que también deja un legado que perdurará en la memoria de sus seguidores. La noche en el Teatro Jovellanos fue un recordatorio del impacto que Paloma San Basilio ha tenido en la música y en la cultura hispana, y su influencia seguirá resonando en las generaciones futuras.