Isabel Pisano, una figura emblemática en el mundo del periodismo y la actuación, falleció a los 81 años en una residencia geriátrica de Madrid. Su vida estuvo marcada por una búsqueda incansable de la verdad, tanto en su trabajo como en su vida personal. A lo largo de su carrera, Pisano se destacó por su valentía y su capacidad para romper moldes, convirtiéndose en una voz influyente en el ámbito de la comunicación y la literatura.
Nacida en Uruguay, Pisano dejó su país natal a los 18 años con el objetivo de forjarse un futuro en España. Su carrera comenzó en el cine, donde participó en la producción ‘Pampa salvaje’ en 1966, lo que le permitió establecerse en Madrid. Durante este tiempo, conoció al compositor argentino Waldo de los Ríos, con quien contrajo matrimonio. Sin embargo, su relación estuvo marcada por la complejidad y las infidelidades, culminando en el trágico suicidio de De los Ríos en 1977, un evento que dejó una profunda huella en Pisano.
A pesar de las dificultades personales, Isabel Pisano no se detuvo. Se convirtió en corresponsal de guerra y periodista de investigación, trabajando para medios de renombre como ‘RAI’, ‘El Mundo’, ‘The Guardian’ y ‘Marie Claire’. Su valentía la llevó a cubrir conflictos en lugares como Palestina, Líbano, Irak y Bosnia. Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su presencia en los bombardeos de Mosul y Basora en 1993, donde se convirtió en la única periodista en informar desde el frente.
Pisano también fue una prolífica escritora, publicando varios libros que abordan temas controvertidos y personales. Su obra incluye títulos como ‘A solas con Arafat’, donde narra su relación con el líder palestino, y ‘Yo, puta. Hablan las prostitutas’, que ofrece una mirada íntima a la vida de las trabajadoras sexuales. Su libro autobiográfico, ‘El amado fantasma’, publicado en 2002, le permitió confrontar su dolor y el sentimiento de culpa tras la muerte de su esposo.
A lo largo de su vida, Pisano recibió numerosos reconocimientos por su trabajo. Fue condecorada por el Ministerio de Cultura de España y recibió el galardón a Mejor Periodista en 2002 por la Asociación de Revistas de Información. Su estilo directo y su compromiso con la verdad la hicieron destacar en un campo a menudo marcado por la censura y la manipulación.
En sus últimos años, la salud de Pisano comenzó a deteriorarse, lo que la llevó a ingresar en una residencia geriátrica en Majadahonda. A pesar de su situación, su espíritu indomable nunca se apagó. En 2005, participó en el reality show ‘Gran Hermano VIP’, justificando su presencia en el programa por razones económicas, lo que demuestra su capacidad para adaptarse a las circunstancias de la vida.
Isabel Pisano dejó un legado que va más allá de sus logros profesionales. Su vida es un testimonio de la lucha por la verdad y la autenticidad en un mundo que a menudo se opone a estos valores. Su historia inspira a futuras generaciones de periodistas y artistas a seguir su ejemplo de valentía y dedicación. Aunque su voz ya no resuena en los medios, su trabajo y su espíritu continúan vivos en las páginas de sus libros y en la memoria de aquellos que la conocieron y admiraron.