En un preocupante suceso ocurrido en la plaza Zabalburu de Bilbao, una madre ha denunciado un intento de secuestro de su hija de dos años. El incidente tuvo lugar en la mañana del 30 de octubre de 2025, cuando Paula, la madre afectada, se encontraba esperando el autobús escolar junto a otras madres. En un momento de distracción, un desconocido se acercó a su hija y la abrazó, lo que generó una situación de pánico entre las presentes.
El relato de Paula es desgarrador. Ella había dejado a su pequeña en el suelo por un instante y al girarse, se encontró con un hombre que parecía estar bajo los efectos de las drogas, intentando aupar a su hija. «Me quedé en shock cuando vi que un individuo con muy mala pinta estaba abrazando a mi hija», comentó Paula, quien inmediatamente comenzó a gritar pidiendo que soltaran a su hija. La reacción de las otras madres fue instantánea, uniendo sus voces para reprochar al desconocido su comportamiento.
El hombre, tras soltar a la niña, intentó llevarse las mochilas de otros niños que también esperaban el autobús. Ante el griterío de los pequeños, el individuo decidió marcharse. Sin embargo, una testigo del incidente había llamado a la Ertzaintza, la policía autonómica del País Vasco, que se encontraba cerca, en una oficina de atención ciudadana en la misma plaza.
### La intervención policial y la identificación del sospechoso
Los agentes de la Ertzaintza llegaron rápidamente al lugar y lograron identificar al sospechoso, quien ya era conocido por la policía debido a incidentes previos. Durante el registro, el hombre comenzó a desnudarse y a gritar, lo que complicó aún más la situación. Paula, tras el incidente, se dirigió a la comisaría de Zabalburu para presentar una denuncia formal por amenazas y por el intento de secuestro de su hija.
La madre expresó su frustración y miedo, cuestionándose por qué tuvo que esperar a que alguien tocara a su hija para que se tomaran medidas. «Lo que más pena me dio es que lloraba, pero no se le caía ni una lágrima», relató Paula, refiriéndose al impacto emocional que el incidente tuvo en su pequeña.
Este tipo de situaciones no son nuevas en la zona. De hecho, el mismo individuo había sido identificado por la Ertzaintza en días anteriores por hechos similares, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad en las áreas donde los niños suelen congregarse.
La noticia del intento de secuestro se propagó rápidamente a través de las redes sociales, generando un gran revuelo y preocupación entre los padres de la comunidad. Muchos se preguntan qué medidas se están tomando para garantizar la seguridad de los niños en las paradas de autobús y en los espacios públicos.
### La respuesta de la comunidad y la importancia de la vigilancia
La comunidad ha reaccionado con indignación ante el suceso. Padres y madres han comenzado a organizarse para aumentar la vigilancia en las paradas de autobús y en los alrededores de las escuelas. Se están llevando a cabo reuniones para discutir cómo mejorar la seguridad y prevenir que incidentes como este vuelvan a ocurrir.
Además, se ha instado a las autoridades locales a implementar medidas más estrictas para proteger a los niños, como la instalación de cámaras de seguridad en las áreas de mayor riesgo y la presencia de patrullas policiales en horarios críticos. La colaboración entre la comunidad y las fuerzas del orden es esencial para crear un entorno más seguro para los más pequeños.
La denuncia de Paula ha abierto un debate sobre la seguridad infantil en espacios públicos y la responsabilidad de las autoridades para actuar ante situaciones de riesgo. La protección de los niños debe ser una prioridad, y es fundamental que tanto los padres como la comunidad en general se mantengan alerta y colaboren para garantizar su bienestar.
Este incidente ha servido como un recordatorio de que la seguridad de los niños es un asunto que requiere la atención de todos. La vigilancia y la comunicación son claves para prevenir situaciones peligrosas y asegurar que los niños puedan disfrutar de su infancia sin temor.
