La industria farmacéutica enfrenta un dilema constante entre la búsqueda de beneficios económicos y la responsabilidad social. En este contexto, Mario Rovirosa, consejero delegado de Ferrer, ha compartido su visión sobre cómo la compañía equilibra estos dos aspectos. Con más del 40% de sus beneficios destinados a causas sociales y medioambientales, Ferrer se posiciona como un ejemplo de cómo las empresas pueden contribuir al bienestar de la sociedad mientras continúan innovando en el desarrollo de medicamentos.
### Compromiso con la Responsabilidad Social
Rovirosa enfatiza que la responsabilidad social no es solo un complemento a la actividad empresarial, sino una obligación moral que las empresas deben asumir. En un mundo donde las desigualdades sociales son cada vez más evidentes, Ferrer busca no solo generar medicamentos, sino también contribuir a la reducción de estas disparidades. La compañía se centra en áreas críticas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la hipertensión pulmonar, donde los tratamientos pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes.
El consejero delegado sostiene que la innovación no debe estar reñida con la responsabilidad social. De hecho, Ferrer se esfuerza por desarrollar tratamientos que no solo sean efectivos, sino que también tengan un impacto positivo en la sociedad. Esto implica un cambio en el enfoque de la compañía, alejándose de productos que no aportan un valor significativo y concentrándose en aquellos que realmente pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes.
### Estrategia de Innovación y Focalización
La estrategia de Ferrer se basa en la identificación de áreas de actuación específicas donde la compañía puede ser relevante. Rovirosa menciona que han decidido concentrarse en enfermedades neurodegenerativas y enfermedades vasculares-pulmonares intersticiales, que a menudo son ignoradas por las grandes farmacéuticas. Este enfoque les permite competir en un mercado donde pueden aportar un valor real, aprovechando su experiencia y conocimiento acumulado en el estudio de la ELA.
Sin embargo, el camino hacia la innovación no está exento de desafíos. Rovirosa reconoce que el desarrollo de nuevos tratamientos es un proceso largo y complicado, con fracasos inevitables. A pesar de esto, la compañía se mantiene firme en su compromiso de seguir adelante, buscando soluciones que puedan cambiar la vida de los pacientes que padecen estas enfermedades.
Además, Ferrer ha optado por no seguir el camino de la expansión a través de fusiones y adquisiciones, sino que prefiere colaborar con start-ups para adquirir productos que se alineen con su estrategia. Esta decisión refleja un enfoque más sostenible y consciente del crecimiento, donde la calidad y el impacto social son más importantes que el tamaño de la empresa.
Rovirosa también destaca que Ferrer no busca crecer por crecer. En lugar de ello, la compañía se enfoca en aportar soluciones significativas a problemas de salud, lo que implica un cambio en la forma en que se mide el éxito empresarial. En lugar de centrarse únicamente en el crecimiento del PIB o en cifras de ventas, Ferrer busca un impacto real en la vida de las personas y en el medio ambiente.
### Un Futuro Sostenible
El futuro de Ferrer está marcado por un compromiso con la sostenibilidad y la justicia social. Rovirosa menciona que, aunque la compañía ha tenido que desprenderse de ciertas áreas de negocio que no encajan con su estrategia, esto forma parte de un proceso de aprendizaje y adaptación. La flexibilidad en la toma de decisiones y la capacidad de pivotar hacia nuevas oportunidades son clave para su éxito.
La empresa ha dejado atrás la idea de trabajar con presupuestos rígidos, permitiendo que los empleados se enfoquen en mejorar la compañía en lugar de cumplir con cifras arbitrarias. Este cambio cultural ha permitido a Ferrer ser más ágil y responder mejor a las necesidades del mercado y de los pacientes.
En resumen, Ferrer se presenta como un modelo a seguir en la industria farmacéutica, donde la innovación y la responsabilidad social van de la mano. La visión de Rovirosa y su equipo es clara: no se trata solo de desarrollar medicamentos, sino de hacerlo de una manera que beneficie a la sociedad y al planeta. En un mundo donde las desigualdades y los desafíos medioambientales son cada vez más urgentes, el enfoque de Ferrer podría ser la clave para un futuro más sostenible y equitativo.