La nueva exposición ‘Terranautas: notas para un nuevo mapa del mundo’ en Laboral Centro de Arte se presenta como un espacio de reflexión sobre las preocupaciones de una generación de artistas. Esta muestra, que reúne el trabajo de seis creadores que participaron en residencias artísticas, aborda temas como la crisis climática, la identidad, las relaciones coloniales y el vínculo con la naturaleza. La exposición se inauguró recientemente y ha sido comisariada por Marcos de la Fuente, quien destaca la diversidad de enfoques y la coherencia que se encuentra entre las obras presentadas.
Los artistas que participan en esta exposición son Lucía Batalla, Inés Benito, Joana Carro, Olmo Cuña, Martín Huamanchumo y Gonzalo Mon. Cada uno de ellos ha desarrollado su proyecto de manera independiente, pero todos comparten una preocupación común por el presente y los desafíos que enfrenta la sociedad actual. Inés Benito, una de las artistas, menciona que aunque sus obras abordan temas diversos, existe una conexión subyacente que refleja las inquietudes contemporáneas.
Al ingresar a la sala de la exposición, los visitantes son recibidos por ‘Colosal nº 8’ (2024), una película de Olmo Cuña. Esta obra está inspirada en el hallazgo de una cabeza olmeca descontextualizada en una rotonda de Vallecas. Cuña denuncia el olvido y la ocultación de la historia a través de esta cinta de arqueología-ficción, que ha sido coloreada a mano durante su estancia en el Centro de Arte. La obra invita a los espectadores a reflexionar sobre la importancia de la memoria y la historia en un mundo que a menudo parece ignorarlas.
Joana Carro presenta su instalación ‘Rocky III’, que se inspira en el trabajo del artista Ed Ruscha. En esta obra, Carro ha sustituido una roca del fondo marino por una réplica creada a partir de un biomaterial similar al nácar. La escultura, que se encuentra en un lugar desconocido para el público, plantea preguntas sobre la visibilidad y el acceso al arte, así como sobre la relación entre el arte y el entorno natural.
Inés Benito, por su parte, presenta ‘Una siesta y a seguir’ (2025), una pieza que forma parte de su proyecto ‘Maniobras para andar por mi casa’. En esta obra, Benito explora la intimidad de la convivencia y la necesidad de habitar en pisos compartidos, romantiizando esta experiencia cotidiana. Su trabajo invita a los espectadores a considerar cómo el espacio que habitamos influye en nuestras relaciones y en nuestra identidad.
Gonzalo Mon, con su obra ‘Amigas viejas de las que no sé nada’ (2024), aborda la figura de La Asturiana, una travesti poco conocida. A través de esta obra, Mon reflexiona sobre la identidad LGTB y la creación de nuevos recuerdos que fortalezcan el conocimiento y la resistencia cultural. Su trabajo destaca la importancia de visibilizar historias y experiencias que a menudo han sido marginadas.
Martín Huamanchumo, en su investigación sobre el molde cerámico, presenta piezas escultóricas de escayola y gres vidriado. Su obra se centra en el concepto de ‘no-lugar’, explorando cómo los espacios vacíos pueden ser significativos y cargados de historia. Huamanchumo invita a los espectadores a reconsiderar su relación con el entorno y los objetos que lo habitan.
Finalmente, Lucía Batalla exhibe su proyecto ‘Autómatas Vegetales’, que investiga la ‘ceguera de plantas’, un fenómeno que se refiere a la falta de percepción de la vegetación en nuestro entorno. Esta instalación mecánica imita el movimiento orgánico de la naturaleza, desafiando a los espectadores a reconocer y valorar la flora que a menudo pasa desapercibida en la vida cotidiana.
La exposición ‘Terranautas’ no solo presenta obras de arte, sino que también ofrece un espacio para la reflexión sobre las preocupaciones que definen a una generación. A través de diversas prácticas artísticas, los creadores abordan temas relevantes y urgentes, invitando a los visitantes a considerar su propio papel en el mundo cambiante que nos rodea.