La belleza natural de Cantabria es innegable, y uno de los tesoros escondidos que ofrece esta región es la ruta de los Ojos del Diablo, un recorrido que combina la majestuosidad de la montaña con la serenidad de la playa. Esta ruta, que comienza en la playa de Oriñón, es ideal para los amantes del senderismo que buscan una experiencia moderada pero gratificante. A continuación, exploraremos los detalles de esta fascinante travesía.
### Un Comienzo en la Playa de Oriñón
La aventura comienza en la playa de Oriñón, un lugar que destaca por su arena fina y su entorno natural impresionante. Con más de un kilómetro de longitud, esta playa es perfecta para disfrutar de un día soleado antes de embarcarse en la ruta. Justo al lado del camping, los visitantes pueden estacionar su vehículo y prepararse para el ascenso.
El recorrido inicia con una caminata por una carretera que se torna peatonal en su margen derecho. Después de aproximadamente un kilómetro, se llega a la parroquia de Oriñón, donde se encuentra el sendero que nos llevará a los Ojos del Diablo. Es importante prestar atención, ya que desde este punto parten cuatro rutas diferentes, pero nuestra meta es la ruta de los Arcos de Llanegro, conocida popularmente como los Ojos del Diablo.
### La Ruta de los Ojos del Diablo
La ruta tiene una dificultad moderada, lo que significa que es accesible para la mayoría de los senderistas, aunque se requiere cierta preparación física. A medida que avanzamos, el camino comienza a ascender, y es crucial seguir la ruta correcta, ya que hay una pequeña trepada que puede complicar el descenso si no se realiza con precaución. A pesar de los desafíos, el esfuerzo vale la pena, ya que las vistas que se obtienen a lo largo del recorrido son simplemente espectaculares.
Al llegar a la cima, los senderistas son recompensados con una vista impresionante de la costa ballena, un paisaje que se asemeja a una obra de arte natural. Desde el mirador de los Ojos del Diablo, un arco natural de piedra, se puede contemplar una panorámica del mar Cantábrico que deja sin aliento. Este mirador actúa como una especie de mirilla hacia la belleza del entorno, permitiendo a los visitantes apreciar la grandeza de la naturaleza que rodea la zona.
La ruta no solo ofrece vistas impresionantes, sino que también permite a los caminantes experimentar la diversidad del paisaje cántabro. La combinación de la playa y la montaña crea un ambiente único que recuerda a otras regiones del norte de España, como la zona del Cuera en Asturias. Esta mezcla de elementos naturales es lo que hace que la ruta de los Ojos del Diablo sea tan especial y memorable.
### Detalles Prácticos de la Ruta
Para aquellos que deseen emprender esta aventura, es importante tener en cuenta algunos detalles prácticos. La distancia total de la ruta es de aproximadamente 8,97 kilómetros, lo que la convierte en una opción ideal para una excursión de un día. El desnivel acumulado es de 464 metros, lo que implica que, aunque la ruta es moderada, se requiere un mínimo de esfuerzo físico.
Una vez que se completa la parte montañosa de la ruta, los senderistas deben cruzar la Nacional 634 con precaución. Después de atravesar la carretera, se continúa caminando por el arcén durante dos kilómetros hasta llegar de nuevo al pueblo, cerrando así un espectacular recorrido que combina aventura, naturaleza y vistas impresionantes.
La ruta de los Ojos del Diablo es una experiencia que no solo ofrece un desafío físico, sino que también permite a los visitantes conectarse con la belleza natural de Cantabria. Con su mezcla de paisajes costeros y montañosos, esta travesía es una excelente opción para aquellos que buscan explorar lo mejor que la naturaleza tiene para ofrecer en esta región del norte de España. Ya sea que seas un experimentado senderista o un principiante, esta ruta promete ser una aventura inolvidable que dejará recuerdos imborrables en la memoria de quienes la recorran.