La próxima Conferencia de Presidentes, que se llevará a cabo en Barcelona el 6 de junio, se presenta como un evento crucial para abordar las demandas de las comunidades autónomas ante el Gobierno central. Este encuentro, que se celebra por vigésima octava vez desde su creación en 2004, ha generado un ambiente de tensión y expectativas entre los líderes autonómicos, quienes buscan plantear sus reivindicaciones en un contexto donde la financiación autonómica sigue siendo un tema candente.
Las diferencias entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos del Partido Popular (PP) han dificultado la definición del orden del día, lo que ha llevado a que cada comunidad prepare sus propias prioridades para la cumbre. A continuación, se analizan las principales demandas que se esperan en este foro.
### Demandas de las Comunidades Autónomas
Cada comunidad autónoma tiene sus propias necesidades y prioridades que espera que sean discutidas en la Conferencia de Presidentes. La Región de Murcia, por ejemplo, ha sido una de las más vocales en su exigencia de una reforma del sistema de financiación. El presidente murciano, Fernando López Miras, ha reiterado en múltiples ocasiones la necesidad de que el Gobierno inicie un proceso de negociación para actualizar un modelo que lleva más de una década caducado. Esta situación ha llevado a que Murcia se considere una de las comunidades más perjudicadas por el actual sistema.
Cataluña, bajo el liderazgo de Salvador Illa, ha decidido centrar su atención en la problemática de la vivienda, aunque no ha dejado de lado el debate sobre la financiación. Illa busca que la Conferencia sirva como un gesto de normalización institucional, tanto para su electorado como para los barones del PP, lo que añade una capa de complejidad a las discusiones.
Por su parte, Galicia ha manifestado su desacuerdo con los temas propuestos por el Gobierno central, insistiendo en que la financiación, la energía y la inmigración deben ser parte de la agenda. La Xunta ha expresado su deseo de que la Conferencia no se convierta en un mero intercambio de monólogos, como ocurrió en la última reunión en Santander.
### La Energía como Tema Central
Uno de los temas que ha cobrado relevancia en esta Conferencia es la energía. El Gobierno vasco ha solicitado que la discusión se centre en cómo aumentar la potencia eléctrica y avanzar en la descarbonización, un aspecto que no ha sido priorizado por el Ejecutivo central ni por el PP. Esta demanda refleja la creciente preocupación por la sostenibilidad y la transición energética en el contexto actual.
En Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha elevado el tono de sus críticas hacia Sánchez, acusándolo de deslealtad institucional por no haber informado previamente sobre la convocatoria de la Conferencia. Ayuso ha dejado claro que su enfoque estará en la financiación y en la necesidad de un diálogo más constructivo entre el Gobierno y las comunidades.
Extremadura también ha puesto sobre la mesa la necesidad de un nuevo modelo de financiación y ha incluido la discusión sobre el futuro de la central nuclear de Almaraz en su agenda. La presidenta María Guardiola ha enfatizado que su comunidad llega a la Conferencia con las ideas claras y listas para debatir.
En Castilla-La Mancha, el presidente Emiliano García-Page ha decidido centrar su propuesta exclusivamente en la financiación autonómica, renunciando a otros temas para forzar al Gobierno a definir una propuesta clara. Esta estrategia refleja la urgencia que sienten muchas comunidades por abordar este asunto que ha estado en el aire durante años.
### Expectativas de un Encuentro Fructífero
A medida que se acerca la fecha de la Conferencia, las expectativas sobre su éxito son variadas. Algunas comunidades, como Cantabria, han expresado su escepticismo, sugiriendo que la reunión podría no dar los resultados esperados. La presidenta de Cantabria ha señalado que la anterior Conferencia no cumplió con las expectativas y teme que esta no sea diferente.
En contraste, otras comunidades como Navarra se sienten más cómodas con el orden del día propuesto por el Gobierno, centrándose en la vivienda y la formación profesional. La presidenta María Chivite ha manifestado su deseo de que la Conferencia se centre en estos temas, aunque también ha expresado su preocupación por el ruido político que podría obstaculizar el diálogo.
La situación en Andalucía es igualmente incierta, ya que el Gobierno andaluz ha dejado en el aire la posibilidad de que la Conferencia se celebre, sugiriendo que el orden del día debe incluir las demandas de la mayoría de las comunidades. Esta postura refleja la tensión existente entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, especialmente aquellas gobernadas por el PP.
En resumen, la Conferencia de Presidentes se perfila como un evento clave para abordar las demandas de las comunidades autónomas en un contexto de creciente tensión política. Las expectativas son altas, pero las diferencias entre el Gobierno y los presidentes autonómicos podrían dificultar la consecución de acuerdos significativos. La atención estará centrada en cómo se desarrollen las discusiones y si se logrará avanzar en temas cruciales como la financiación y la energía.