En un evento reciente en el teatro Campoamor de Oviedo, el director de escena Emilio Sagi compartió sus reflexiones sobre la gestión cultural y el papel del teatro en la sociedad. Durante una charla con el musicólogo Alejandro González Vilabrille, Sagi enfatizó que un teatro no debe ser considerado un ente burgués, sino un espacio de libertad donde todos se sientan bienvenidos. Esta perspectiva es fundamental para entender su enfoque en la dirección de «La corte de Faraón», la nueva producción del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo.
### La importancia de la libertad en el teatro
Sagi, conocido por su estilo innovador y su capacidad para conectar con el público, argumentó que el teatro debe abrir sus puertas y ventanas, permitiendo que la creatividad fluya sin restricciones. «Un teatro tiene que ser una casa de libertad», afirmó, destacando la necesidad de que los espacios culturales sean accesibles y acogedores para todos. Esta filosofía se refleja en su trabajo, donde busca no solo entretener, sino también provocar reflexiones y emociones en los espectadores.
La obra que dirige, «La corte de Faraón», se estrenará el 15 de mayo y ya ha generado un gran interés, con todas las localidades vendidas. Sagi hizo un llamado al Ayuntamiento de Oviedo para considerar la posibilidad de añadir una tercera función, argumentando que el esfuerzo y la inversión valdrían la pena dado el entusiasmo del público. «Venir a ensayar veinte días para hacer dos funciones es una matación», expresó, subrayando la dedicación que implica la producción teatral.
La zarzuela, que se estrenó en 1910 y ha tenido un éxito duradero, es conocida por su humor y su música excepcional. Sagi describió la obra como divertida y llena de ironía, con guiños a la ópera francesa y elementos de la cultura popular. La trama, que incluye cuplés y referencias a la ambigüedad sexual, ha sido un tema de controversia a lo largo de los años, especialmente durante los períodos de censura. Sagi recordó cómo Nati Mistral logró burlar la prohibición de la obra al renombrarla «La bella de Texas», lo que demuestra la resiliencia y la creatividad de los artistas en tiempos difíciles.
### La puesta en escena y la conexión con el público
La visión de Sagi para «La corte de Faraón» incluye un enfoque visual impactante, con decorados y vestuarios que evocan la opulencia y la exageración. «Llueve oro, los vestidos son de oro, y los cantantes están teñidos de oro», describió, enfatizando su intención de crear un espectáculo visualmente deslumbrante. Además, busca mantener un ritmo ágil en la narración, ya que considera que los espectáculos aburridos son una de sus mayores pesadillas. «Los espectáculos aburridos, y más si son pretenciosos, me provocan náuseas», confesó, lo que refleja su compromiso con la calidad y la diversión en el teatro.
Durante la charla, Sagi también recordó su experiencia en la compañía asturiana de teatro «Margen», donde interpretó obras de Shakespeare. Esta etapa de su carrera le enseñó la importancia de la libertad creativa y la conexión con el público. La obra «De vita beata», que se estrenó en Oviedo, fue un gran éxito, a pesar de ser prohibida por el alcalde de la ciudad debido a sus alusiones a familias influyentes. Este episodio subraya cómo el arte puede desafiar las normas y provocar reacciones en la sociedad.
La conversación concluyó con un breve recital lírico a cargo del tenor asturiano Jorge Rodríguez-Norton y la soprano María Rey-Joly, quienes interpretaron fragmentos de la obra. Este tipo de eventos no solo enriquecen la experiencia del público, sino que también fomentan un sentido de comunidad y aprecio por las artes.
Emilio Sagi continúa siendo una figura influyente en el mundo del teatro, promoviendo la idea de que el arte debe ser un espacio de libertad y expresión. Su enfoque en la accesibilidad y la creatividad es un recordatorio de que el teatro tiene el poder de unir a las personas y ofrecer un refugio para la imaginación y la reflexión.