La comunidad de Paniceiros se reunió para rendir homenaje a Xuan Bello, un escritor que dejó una huella imborrable en la literatura asturiana y más allá. El templo parroquial de San Frichoso, donde se celebró su funeral, se vio desbordado por la cantidad de personas que acudieron a despedirlo, reflejando el profundo impacto que tuvo en quienes lo conocieron y en su obra.
Xuan Bello, conocido como ‘el escritor universal de Paniceiros’, fue recordado por amigos, familiares y vecinos que se congregaron para darle su último adiós. Entre los presentes se encontraban su madre, Estrella, su hija Lena, su esposa Sonia y su hermana Maya, quienes compartieron este emotivo momento rodeados de un gran número de amigos y admiradores. La ceremonia, marcada por la tristeza de la pérdida, también fue un momento de celebración de su vida y su legado.
El funeral se llevó a cabo en un ambiente de profunda emoción, donde la música de la gaita, interpretada por su amigo Flavio Benito, resonó en el templo, evocando la esencia de la tierra y la cultura que Xuan tanto amó. La lengua asturiana, que él elevó a través de su escritura, fue el vehículo de muchas de las lecturas durante la ceremonia, destacando la importancia de su compromiso con la identidad cultural de Asturias.
Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas de la cultura asturiana, como la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, y el director general de Política Llingüística, Antón García. También se hicieron presentes amigos de la tertulia literaria Óliver, así como poetas y académicos que compartieron momentos significativos con Bello a lo largo de su vida. La presencia de estos personajes no solo subraya la relevancia de Xuan en el ámbito literario, sino también el cariño y respeto que generó en su comunidad.
Durante la homilía, el párroco Emilio Menéndez recordó las palabras de Xuan, recitando uno de sus poemas que resonó con la tristeza y la belleza de su vida. La lectura de sus versos, que hablaban de la muerte y la vida, fue un recordatorio de su capacidad para tocar las fibras más profundas del ser humano. La conexión que estableció con su entorno y su habilidad para plasmarlo en palabras fueron elementos que definieron su carrera literaria.
La ceremonia también incluyó la lectura de un poema titulado ‘Paniceiros’, recitado por una joven vecina, Cristina Fernández. Este gesto simbolizó la continuidad de su legado y la influencia que Xuan tuvo en las nuevas generaciones. La comunidad se unió en un acto de memoria colectiva, recordando no solo al escritor, sino al amigo, al padre y al ser humano que fue.
El regreso de Xuan Bello a su tierra natal fue un momento de cierre, pero también de celebración. A pesar de la tristeza que envolvía el evento, la atmósfera estaba impregnada de amor y respeto. Los asistentes, que abarrotaron las calles de San Frichoso, reflejaron el impacto que tuvo su vida en la comunidad. Muchos de ellos, lamentablemente, no pudieron entrar al templo debido a la multitud, lo que demuestra la magnitud de su legado.
Xuan Bello no solo fue un escritor; fue un defensor de la lengua asturiana y un ferviente promotor de la cultura de su tierra. Su obra, que abarca desde la poesía hasta la narrativa, ha dejado una marca indeleble en la literatura contemporánea. La comunidad de Paniceiros, al igual que muchos otros, lo recordará no solo por sus palabras, sino por su pasión por la vida y su dedicación a su gente.
El funeral de Xuan Bello fue un testimonio de la vida de un hombre que, a través de su arte, logró conectar con las emociones y experiencias de su comunidad. Su legado perdurará en las páginas de sus libros y en el corazón de quienes lo conocieron y amaron. A medida que sus cenizas descansan en la tierra que siempre llevó en el alma, su espíritu seguirá vivo en cada rincón de Asturias, recordando a todos la importancia de la literatura y la cultura en la vida de las personas.