En los últimos años, la música popular ha sido objeto de un análisis crítico en relación con el sexismo que se refleja en sus letras. Un estudio reciente ha revelado que más de la mitad de las canciones más escuchadas en España desde 2014 contienen expresiones sexistas, lo que plantea serias preguntas sobre el impacto de estos mensajes en la sociedad actual.
La investigación, que utilizó un algoritmo para detectar el sexismo en las letras de las canciones, encontró que el 55,5% de las 110 canciones analizadas contenían al menos un verso sexista. Este hallazgo no solo es alarmante, sino que también indica que el machismo en la música no es un problema del pasado, sino una realidad persistente que afecta a la Generación Z y a otros grupos demográficos.
Entre los ejemplos más destacados se encuentra la colaboración entre Bizarrap y Shakira, que, a pesar de su mensaje de empoderamiento, fue catalogada con un 95,85% de probabilidad de contener sexismo. Esto pone de manifiesto la complejidad de las letras modernas, donde el contexto y la interpretación juegan un papel crucial.
El estudio también reveló que el 18,2% de las canciones analizadas presentaban un sexismo muy claro, mientras que un 25,5% mostraba un sexismo claro. Esto sugiere que, aunque algunas letras pueden parecer inofensivas a primera vista, en su núcleo perpetúan estereotipos de género dañinos.
La investigadora Laura Casanovas, quien lideró el estudio en la Universidad Pompeu Fabra, señala que, a pesar del crecimiento del feminismo en la sociedad, los algoritmos de música viral tienden a amplificar canciones con contenido machista. Esto ha llevado a un aumento en la popularidad de letras que refuerzan la supremacía masculina y la subordinación de la mujer.
En cuanto a la representación de género en la música, el análisis mostró que de las 61 canciones con versos sexistas, 45 eran interpretadas por artistas masculinos. Solo cinco de estas canciones contaban con mujeres como solistas, lo que plantea interrogantes sobre la falta de diversidad en la industria musical y su relación con el contenido de las letras.
El estudio también reveló que el castellano es el idioma predominante en las canciones más escuchadas, y que las letras sexistas son más comunes en canciones de artistas puertorriqueños. De hecho, el 81% de las canciones con solo artistas puertorriqueños contenían mensajes sexistas, en comparación con el 46,2% de las canciones de artistas españoles.
La evolución del sexismo en la música ha cambiado de forma, según Casanovas. Hoy en día, las letras son más explícitas y están más ligadas al cuerpo, reflejando nuevas formas de desigualdad. Esto se traduce en un aumento de referencias directas al control y la objetificación de la mujer, lo que refuerza la idea de que el machismo sigue siendo un problema estructural en la música popular.
Artistas como Karol G y Nicki Minaj han sido señaladas por sus letras que, aunque pueden ser vistas como empoderadoras, también contienen elementos de sexismo. La compositora Carolina Rubirosa argumenta que muchos artistas no cuestionan estas temáticas porque la fórmula les funciona, y el ritmo bailable favorece su éxito. Sin embargo, aboga por explorar letras más creativas y diversas que no perpetúen estos estereotipos.
El análisis también destaca que el sexismo no solo afecta a las generaciones anteriores, sino que también está presente en la música de los artistas más jóvenes. De las 110 canciones analizadas, 14 de las 27 con miembros de la Generación Z no pasaron el filtro sin sexismo, lo que indica que este problema es omnipresente y afecta a todos los grupos de edad.
Finalmente, el estudio concluye que, aunque los algoritmos pueden ser herramientas útiles para detectar el sexismo en las letras, no son infalibles. La interpretación del contexto y el subtexto detrás de las letras es fundamental para entender el verdadero impacto de estas canciones en la percepción social del género. La música sigue siendo un reflejo de la sociedad, y mientras el sexismo persista en las letras, la lucha por la igualdad de género en todos los ámbitos continuará siendo un desafío.