En el mundo del deporte, hay figuras que trascienden su disciplina y se convierten en verdaderos referentes para las nuevas generaciones. Rufo Álvarez es uno de esos nombres en Avilés, donde su pasión por el voleibol ha dejado una huella imborrable. A sus 73 años, ha decidido regresar a las canchas, no solo para revivir su amor por el deporte, sino también para asegurar que la Agrupación Deportiva La Curtidora continúe su labor de captación de jóvenes talentos en los colegios de la ciudad.
### Un Compromiso con la Juventud Deportiva
La decisión de Rufo de volver a descolgar el chándal no fue fácil. Después de dos años de retiro, las circunstancias lo llevaron a replantearse su papel en el club que ha sido su vida. «No tenía previsto volver, pero al final son fechas malas, las jugadoras y los jugadores están con los exámenes de la EBAU y demás, y preferí volver yo a ceder terreno», explica. Esta reflexión muestra su compromiso con el futuro del voleibol en Avilés, donde la competencia con otros deportes es cada vez más intensa.
Rufo y su equipo de monitores están trabajando arduamente en colegios como el Quirinal, donde ya se han establecido equipos de voleibol. La filosofía del club, impulsada por Carlos Bedia, ha calado hondo en la cultura deportiva de la institución educativa. «Es un placer ver cómo trabajan a nivel deportivo. Aquí están a tope los equipos de voleibol, de baloncesto, de balonmano… Da gusto», afirma Rufo, quien reconoce el esfuerzo colectivo que se realiza para fomentar la práctica deportiva entre los jóvenes.
Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho mella en su cuerpo. Rufo admite que ya no puede aguantar tres horas seguidas de pie como solía hacerlo. «El otro día me dio un tirón en el gemelo derecho y a la semana siguiente en el izquierdo, así que ando ‘tieso’. Ya no estoy para estos trotes», confiesa con una sonrisa. A pesar de sus limitaciones físicas, el cariño y agradecimiento que recibe de los niños que entrena le compensan el esfuerzo. «Cuando vienen críos o crías y te dan un abrazo y te agradecen lo que les has enseñado, eso no está pagado».
### La Importancia del Deporte en la Sociedad
Rufo Álvarez no solo se preocupa por el desarrollo deportivo de los jóvenes, sino que también aboga por un mayor reconocimiento del impacto social que tiene el deporte. «Echaría en falta que se valore más el trabajo social que se realiza desde el deporte, que carece de apoyos suficientes desde la gran mayoría de ámbitos. Hacer deporte es muy importante y solo genera cosas positivas», sostiene. Esta reflexión es crucial en un momento en que el deporte se enfrenta a múltiples desafíos, desde la falta de recursos hasta la necesidad de atraer a más jóvenes a la práctica deportiva.
El método de Rufo para reclutar nuevos talentos en el voleibol se basa en tres pilares fundamentales: la pasión por el deporte, la disponibilidad de tiempo y el apoyo familiar. «Lo primero, que les guste. Lo segundo, que puedan hacerlo, porque si van a inglés, a chino y a japonés, no tendrán mucho tiempo; y lo tercero, que papá y mamá les quieran apuntar», explica. Este enfoque resalta la importancia de la motivación intrínseca y el apoyo externo en el desarrollo de los jóvenes deportistas.
A medida que se acerca el final del curso escolar, Rufo ha dejado claro que su regreso es temporal. «Cuando acabe este curso ya lo tendré que dejar definitivamente. Espero que la gente del club pueda continuar con esto, porque es verdad que a las nuevas generaciones les cuesta un poquito más estas cosas y son fundamentales para que los niños se animen a practicar deporte y para que las canteras de los clubes se vayan regenerando». Su legado, sin embargo, perdurará en la comunidad deportiva de Avilés, donde su dedicación y amor por el voleibol han inspirado a muchos.
El retorno de Rufo Álvarez al voleibol no solo es un testimonio de su pasión por el deporte, sino también un llamado a la acción para todos aquellos que creen en el poder transformador del deporte en la vida de los jóvenes. Su historia es un recordatorio de que, independientemente de la edad, siempre hay espacio para contribuir y hacer una diferencia en la vida de los demás.