En un paso significativo hacia la justicia social, el Parlament de Catalunya ha aprobado recientemente un decreto que condona las deudas acumuladas por jóvenes extutelados que recibieron prestaciones sociales indebidas. Esta medida, respaldada por varios partidos políticos, busca aliviar la carga financiera que enfrentan muchos de estos jóvenes, quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. La consellera de Drets Socials, Mònica Martínez Bravo, defendió la iniciativa como un acto de humanidad y justicia, destacando que es esencial para garantizar la protección de la infancia y la juventud en Catalunya.
La decisión se produce en un contexto donde la Generalitat ha sido señalada por la Sindicatura de Comptes de Catalunya, que reveló que se habían pagado 167 millones de euros en ayudas sociales a personas que no cumplían con los requisitos. Esto ha generado un debate intenso en el Parlament, donde los partidos de la oposición, como el PP y Vox, han criticado la gestión del Govern, argumentando que se debe realizar una auditoría completa de la DGAIA (Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia).
### La situación de los jóvenes extutelados
Los jóvenes extutelados son aquellos que, al cumplir 18 años, deben abandonar los centros de menores y enfrentarse a la vida adulta sin el apoyo adecuado. En Catalunya, se les ofrece una ayuda económica de aproximadamente 700 euros al mes, que pueden recibir hasta los 23 años, con el objetivo de ayudarles a sobrevivir y facilitar su emancipación. Sin embargo, según datos de la Sindicatura de Greuges, solo el 23% de estos jóvenes recibió la ayuda correspondiente en 2024, lo que pone de manifiesto las deficiencias en el sistema de protección social.
La condonación de deudas es especialmente relevante para aquellos jóvenes que, debido a errores administrativos, se han visto obligados a devolver cantidades que en algunos casos superan los 40.000 euros. Estos errores han llevado a una movilización por parte de los afectados, quienes han exigido que se les perdone la deuda y se les brinde un apoyo real para su integración en la sociedad. Durante el debate parlamentario, varios grupos políticos expresaron su preocupación por la situación de estos jóvenes, señalando que no deberían ser penalizados por fallos de la administración.
Junts, por ejemplo, aunque apoyó la medida, criticó la tardanza del Govern en abordar esta problemática, mientras que ERC defendió su gestión anterior en la conselleria y subrayó la importancia de esta condonación para facilitar la emancipación de los jóvenes. Por su parte, los Comuns argumentaron que no sería justo que los extutelados pagaran por los errores de la administración, y la CUP calificó la situación de «maltrato institucional».
### Reacciones y perspectivas futuras
La aprobación del decreto ha generado reacciones mixtas en el ámbito político. Mientras que algunos partidos celebran la medida como un avance hacia la justicia social, otros la critican por considerarla insuficiente. El PP ha exigido una auditoría exhaustiva de la DGAIA, argumentando que es necesario garantizar que no se repitan estos errores en el futuro. Vox, por su parte, se opone a las ayudas, calificándolas de «paguitas» y sugiriendo que la administración debería limitarse a ofrecer un billete de regreso a los jóvenes que provienen de otros países.
A pesar de las críticas, la consellera Martínez Bravo ha reiterado que la condonación de deudas es un paso necesario para proteger a los jóvenes más vulnerables y ha asegurado que se están implementando medidas para evitar que estos errores se repitan en el futuro. La situación de los jóvenes extutelados en Catalunya es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchos jóvenes en situaciones similares en todo el país, y la respuesta del Parlament podría sentar un precedente importante para futuras políticas de protección social.
La condonación de deudas no solo representa un alivio financiero para estos jóvenes, sino que también es un reconocimiento de la responsabilidad del Estado en la protección de los más vulnerables. A medida que el debate continúa, queda por ver cómo se implementarán las medidas necesarias para garantizar que todos los jóvenes extutelados reciban el apoyo que necesitan para construir un futuro mejor.
