Guillermo Fernández Vara, un nombre que resonará en la historia de Extremadura y del PSOE, ha dejado una huella imborrable tras su fallecimiento el 5 de octubre de 2025. Su vida y carrera política son un testimonio de dedicación, moderación y un profundo compromiso con su comunidad. Desde sus inicios en la política hasta su lucha contra una enfermedad que lo acompañó en sus últimos años, Fernández Vara se destacó por su capacidad de diálogo y su enfoque en la igualdad de oportunidades.
### Trayectoria política y logros significativos
Nacido en Olivenza, Badajoz, el 6 de octubre de 1958, Guillermo Fernández Vara se formó como médico y se convirtió en un destacado político español. Su carrera comenzó en 1995, cuando fue nombrado director general de Salud Pública y Consumo en la Junta de Extremadura. A partir de ahí, ocupó varios cargos relevantes, incluyendo consejero de Bienestar Social y Sanidad, antes de convertirse en presidente de la Junta en 2006. Su ascenso al liderazgo del PSOE extremeño fue respaldado por su experiencia y su capacidad para conectar con la gente.
Durante su mandato, Fernández Vara se centró en la mejora de la sanidad pública, siendo uno de los hitos más importantes la transferencia de competencias del Gobierno central al autonómico, lo que permitió la creación del Servicio Extremeño de Salud. Este logro marcó un antes y un después en la atención sanitaria de la región, estableciendo una red de centros de salud y hospitales que aún perdura.
Además, su enfoque conciliador le permitió establecer alianzas con otros partidos, como el PP, para aprobar reformas significativas, incluyendo la reforma del Estatuto de Autonomía y la Ley de Educación. Su capacidad para buscar el consenso fue una de las características más valoradas de su liderazgo, lo que le permitió gobernar en momentos de gran polarización política.
### Un político de valores y humanidad
Guillermo Fernández Vara no solo fue un político, sino también un hombre de familia y valores. Criado en un entorno familiar que valoraba la educación y la ética, su carácter afable y su cercanía con la gente lo convirtieron en un líder querido y respetado. A lo largo de su carrera, siempre defendió la igualdad de oportunidades, afirmando que «sin importar el color de la cuna», todos merecen las mismas oportunidades en la vida.
Su vida personal estuvo marcada por su amor a la familia. Casado con María Luisa Martínez, tuvo dos hijos, Teresa y Guillermo, y era abuelo de tres nietos. A pesar de su carrera política, siempre buscó tiempo para disfrutar de su familia y de su pasión por la naturaleza, siendo un asiduo visitante del parque natural de Monfragüe y del Monasterio de Guadalupe.
La lucha de Fernández Vara contra el cáncer, que comenzó en 2023, fue un reflejo de su fortaleza y resiliencia. En sus últimos años, utilizó su experiencia personal para inspirar a otros, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y lucha por la sanidad pública. Su mensaje de que «todo había merecido la pena» resonó profundamente en quienes lo conocieron y en la sociedad en general.
En su último discurso, Fernández Vara expresó su gratitud hacia su familia, amigos y compañeros de partido, dejando un mensaje claro: «El pasado es historia, el futuro un misterio y el hoy un regalo, por eso se llama presente». Estas palabras encapsulan su filosofía de vida y su compromiso con el servicio público.
La pérdida de Guillermo Fernández Vara deja un vacío en la política extremeña y en el PSOE, pero su legado perdurará en las políticas que implementó y en las vidas que tocó. Su enfoque en el diálogo, la moderación y la búsqueda del consenso son lecciones valiosas para las futuras generaciones de líderes políticos. Su vida es un recordatorio de que la política puede ser un vehículo para el cambio positivo y la mejora de la sociedad, siempre que se base en valores humanos y en el compromiso con el bienestar de todos.