Emilio Serrano Quesada, un nombre que resonará en la memoria colectiva de Ribadesella y más allá, dejó este mundo a la edad de 92 años, en su hogar de San Martín de Collera, donde su vida comenzó. Su trayectoria vital fue un viaje repleto de experiencias, aprendizajes y un legado cultural que perdurará en el tiempo. Conocido no solo como empresario, sino también como escritor, Serrano cultivó una vida llena de pasión por la destilación y la literatura, fusionando ambas facetas de manera magistral.
La casa de Serrano, un imponente edificio que alberga más de 7.500 libros y 382 cuadros, se convirtió en un refugio para su creatividad y reflexión. Su último libro, «Mis vivencias en buscada soledad», publicado en mayo de este año, es un testimonio de su vida y su pensamiento. En él, Serrano compartió 365 reflexiones, una para cada día del año, que revelan su intimidad y su búsqueda de significado en la vida. «Cuando los silencios hablan, los sentimientos escuchan», afirmaba, dejando entrever su profunda conexión con el mundo que lo rodeaba.
Desde su infancia en Quintanar de la Orden, donde su familia se trasladó cuando él era un niño, hasta su regreso a Collera para fundar Destilerías Los Serranos en 1960, la vida de Emilio estuvo marcada por la tradición familiar en la destilación. Su padre, Emilio, había sido un pionero en el sector, y Serrano continuó ese legado con dedicación y amor. La historia de su familia en la destilación se remonta a generaciones, con raíces en Collera y en Toledo, lo que le otorgó una conexión especial con su oficio.
### La Fusión de la Literatura y la Destilación
La vida de Emilio Serrano no solo se limitó a la destilación de licores; también fue un prolífico escritor. A lo largo de su vida, publicó seis libros antes de su obra póstuma, cada uno de ellos reflejando su amor por la prosa poética y su deseo de compartir sus pensamientos con el mundo. Títulos como «Postales de ayer, palabras de hoy» y «Brisas de mar y silencio» son solo algunos ejemplos de su capacidad para entrelazar sus experiencias personales con la belleza de la escritura.
Serrano no solo se dedicó a escribir sobre su vida, sino que también se convirtió en un referente en la promoción de la cultura asturiana. Su trabajo en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) y su reconocimiento como Hijo Predilecto de Ribadesella son prueba de su compromiso con su comunidad. A lo largo de su vida, recibió numerosas distinciones, incluyendo la Medalla de Plata del Principado de Asturias, que destacan su impacto en la sociedad.
Su pasión por la sidra también fue notable. En los años ochenta, realizó más de mil análisis para mejorar la calidad de este emblemático producto asturiano. Este compromiso con la excelencia se reflejó en su filosofía de vida: «Saber aprender». Para Serrano, el aprendizaje continuo era la clave para mantenerse joven de espíritu y mente.
### Un Legado que Trasciende el Tiempo
A lo largo de su vida, Emilio Serrano se convirtió en un símbolo de perseverancia y dedicación. Su capacidad para combinar su amor por la destilación con su pasión por la literatura lo convirtió en un personaje único en la historia de Asturias. A pesar de los desafíos que enfrentó, nunca dejó de escribir, de reflexionar y de compartir sus pensamientos con los demás.
La prosa poética de Serrano, caracterizada por su ritmo y sensibilidad, le permitió transmitir emociones profundas y conectar con sus lectores de una manera única. Cada palabra que escribió fue un destilado de sus experiencias, un reflejo de su vida llena de matices. Su escritura no solo era un medio para expresar sus pensamientos, sino también una forma de encontrar paz y tranquilidad en un mundo a menudo caótico.
En su extensa mansión de Collera, donde nació y falleció, Emilio Serrano encontró su refugio. Allí, rodeado de libros y recuerdos, continuó creando y reflexionando hasta el final de sus días. Su legado perdurará no solo a través de sus escritos, sino también en la memoria de aquellos que lo conocieron y apreciaron su contribución a la cultura asturiana.
La vida de Emilio Serrano es un recordatorio de que la pasión y la dedicación pueden dar lugar a un legado duradero. Su historia es un testimonio de cómo un individuo puede influir en su comunidad y dejar una huella imborrable en la historia. A medida que sus libros continúan siendo leídos y sus reflexiones compartidas, el espíritu de Emilio Serrano seguirá vivo, inspirando a futuras generaciones a buscar la belleza en la vida y a destilar sus propias experiencias en palabras.