La reciente elección del Papa León XIV ha traído consigo un momento de orgullo para los Talleres de Arte Granda, una empresa con una rica historia en la creación de piezas artísticas religiosas. En su primera misa como Sumo Pontífice, celebrada en la capilla Sixtina, el Papa utilizó un cáliz que proviene de este prestigioso taller, lo que ha generado una gran emoción entre sus responsables. Francisca Soto, encargada del departamento de conservación y restauración de la empresa, expresó que fue un «vuelco al corazón» ver que su obra fue elegida entre tantas otras en el Vaticano. Aunque no se conoce el camino exacto que llevó al cáliz hasta el Papa, la empresa celebra con orgullo que su creación haya sido seleccionada para un evento tan significativo.
### La historia detrás del cáliz
El cáliz utilizado por León XIV es una pieza que data entre 1926 y 1936, un periodo que coincide con la dirección de Félix Granda Buylla, el fundador de Talleres de Arte Granda. Este artista, originario de Pola de Lena, fue un destacado sacerdote y artista que dejó una huella imborrable en el mundo del arte religioso. La pieza en cuestión es un cáliz de plata dorada, tallado y cincelado, adornado con esmaltes de alta calidad y decoraciones en marfil, un material que hoy en día es poco utilizado en la creación de objetos religiosos.
El diseño original del cáliz se encuentra en los archivos de la empresa, donde se conserva un boceto dibujado a mano. La calidad de la obra es excepcional, y Soto destaca que los esmaltes fueron realizados por Germán Gil Losilla, un artesano que trabajó en el taller y que contribuyó a la creación de muchas piezas notables. La historia del cáliz no solo refleja la habilidad técnica de sus creadores, sino también el legado artístico que ha perdurado a lo largo de los años.
### Félix Granda Buylla: un artista con legado
Félix Granda Buylla nació el 21 de febrero de 1868 y desde joven mostró un talento especial para el arte. Ingresó al seminario de Oviedo a los diez años, donde comenzó a desarrollar sus habilidades en pintura y dibujo. Su formación se vio enriquecida en la «Colonia artística» de Muros del Nalón, donde tuvo la oportunidad de interactuar con otros grandes artistas de su época, como Joaquín Sorolla. En 1891, tras ser ordenado sacerdote, se trasladó a Madrid, donde fundó su taller y comenzó a crear obras que pronto serían reconocidas por su calidad y belleza.
A medida que el siglo XX avanzaba, Talleres de Arte Granda se convirtió en un referente en la creación de ornamentos y piezas de imaginería para templos católicos. Con más de 200 artesanos trabajando para él, la empresa creció rápidamente, trasladándose en 1903 a un local más amplio debido al aumento de la demanda. Entre las obras más destacadas de Granda se encuentran las mazas de plata de la Junta General del Principado, el tríptico de Covadonga y el mobiliario de la iglesia de Santo Tomás de Canterbury en Avilés.
La influencia de Granda no se limitó a su tiempo, ya que su legado continúa vivo en la actualidad. La empresa ha mantenido su conexión con Asturias y su historia, como lo demuestra la reciente restauración del Arca Santa de la Catedral de Oviedo, un proyecto que fue especialmente significativo para el equipo de Talleres de Arte Granda, dado que Don Félix era originario de la región.
La relación entre el Vaticano y los Talleres de Arte Granda no se limita al cáliz utilizado por León XIV. Recientemente, el cardenal Giovanni Battista Re ofició un funeral por el Papa Francisco utilizando una casulla creada por el taller, que también había sido utilizada por sus predecesores, Benedicto XVI y Juan Pablo II. Esta continuidad en la utilización de obras de Granda en ceremonias papales subraya la relevancia y el respeto que su trabajo ha ganado a lo largo de los años.
El impacto de Félix Granda Buylla en el arte religioso es innegable, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y artesanos. La reciente elección de su cáliz por parte del Papa León XIV es un testimonio del valor perdurable de su obra y de la importancia de preservar y celebrar la rica tradición artística que representa.