El alquiler de corta duración se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico de las zonas rurales en España. En el último año, los visitantes que optaron por este tipo de alojamiento generaron un gasto aproximado de 5.563 millones de euros, de los cuales 3.200 millones se destinaron a negocios locales. Este fenómeno ha permitido que muchas localidades pequeñas, que anteriormente carecían de opciones de hospedaje, se beneficien de la llegada de turistas, lo que ha resultado en un crecimiento del empleo en sectores como la hostelería y el comercio.
La situación es particularmente notable en municipios con menos de 10.000 habitantes, donde el empleo en estos sectores creció un 4% en 2024, según un estudio de Analistas Financieros Internacionales (Afi). Este informe destaca cómo la oferta de alquileres turísticos no solo dinamiza la economía local, sino que también crea nuevas oportunidades laborales para los residentes. Alberto González, propietario del supermercado Más x Menos en La Iruela, un pequeño pueblo en la Sierra de Segura, es un claro ejemplo de cómo el turismo puede revitalizar la economía local. Alberto, quien regresó a su hogar tras un tiempo fuera, decidió emprender y abrir su negocio para contribuir al bienestar de su comunidad.
### La Transformación de los Negocios Locales
Alberto González, quien lleva dos años y medio al frente de su supermercado, ha visto un aumento significativo en su clientela gracias al turismo. «La mayoría de nuestros clientes son vecinos de la zona, pero la llegada de turistas ha incrementado nuestras ventas. Hemos tenido que extender nuestro horario y ahora abrimos todos los días del año», explica. Este crecimiento no solo beneficia a su negocio, sino que también ha impulsado la apertura de nuevos restaurantes y comercios en la región, creando un efecto dominó que mejora la oferta local.
El informe de Afi revela que, por cada municipio que incorpora alquileres de corta duración, se atrae un promedio de 1.200 visitantes adicionales al año, quienes generan un gasto directo de 287.000 euros, de los cuales más de 115.000 euros se destinan a los comercios locales. Este flujo de ingresos es crucial para mantener la viabilidad de pequeños negocios como el de Alberto, que ofrece productos de alimentación, droguería y una selección de artículos de producción local.
### El Atractivo del Turismo Internacional
El turismo internacional ha demostrado ser un motor aún más potente para la economía de los pueblos rurales. En 2024, los turistas extranjeros aportaron casi 3.874 millones de euros, en comparación con los 1.690 millones de euros generados por los viajeros nacionales. Aunque ambos grupos representan un porcentaje similar en términos de llegadas, los visitantes internacionales son responsables de más de dos tercios del gasto total en estas áreas.
Alberto señala que la presencia de turistas internacionales es notable, especialmente durante los meses de verano. «Las familias con niños son comunes en esta época, y nuestras ventas pueden aumentar entre un 20% y un 30%. Durante el resto del año, la mayoría de nuestros visitantes son parejas, pero el turista extranjero tiende a gastar más», comenta. Esta tendencia no solo beneficia a su supermercado, sino que también apoya a otros negocios locales, creando un ecosistema económico más robusto.
El impacto del turismo en la economía rural va más allá de las cifras. Para muchos residentes, como Alberto, el turismo representa una oportunidad para permanecer en sus pueblos, que a menudo enfrentan desafíos económicos que llevan a los jóvenes a buscar trabajo en las ciudades. «No cambiaría vivir aquí por nada. Hay una conexión real entre los vecinos, somos como una familia. Nos ayudamos mutuamente y celebramos nuestras tradiciones juntos», afirma Alberto, quien invita a todos a descubrir la belleza de la Sierra de Cazorla y a invertir en los negocios locales.
El alquiler turístico, por lo tanto, no solo es una fuente de ingresos, sino que también juega un papel vital en la revitalización de comunidades enteras, ofreciendo a los residentes la posibilidad de permanecer en sus hogares y contribuir al desarrollo de sus localidades. Este fenómeno, impulsado por la demanda de experiencias auténticas en entornos rurales, está transformando la forma en que se percibe y se vive el turismo en España.