El Ministerio de Cultura de España ha dado un paso significativo al abrir el procedimiento para la posible ilegalización de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF). Este proceso, que se anunció oficialmente el 31 de octubre de 2025, busca instar a la justicia a disolver esta entidad, que ha sido objeto de controversia debido a su apología del franquismo y su interpretación de la historia reciente de España.
La decisión de iniciar este procedimiento se remonta a junio de 2024, cuando el Ministerio de Cultura comenzó a recopilar información y pruebas que justificaran la ilegalización de la fundación. El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha indicado que se solicitará al juez la suspensión cautelar de las actividades de la FNFF mientras se lleva a cabo el proceso judicial. La fundación tiene un plazo de diez días hábiles para presentar alegaciones y, si lo desea, aportar documentación que respalde su posición.
### Fundamentos del Procedimiento de Ilegalización
El proceso de ilegalización se basa en dos argumentos principales. Primero, se alega que la FNFF no persigue fines de interés general, y segundo, que la fundación promueve la apología del franquismo, lo que incluye la exaltación del golpe de Estado de 1936 y la dictadura de Francisco Franco. Estas acciones son vistas como un menosprecio a la dignidad de las víctimas del franquismo y una posible incitación al odio.
El informe elaborado por la Abogacía General del Estado sostiene que, aunque la FNFF se presenta como una entidad cultural y documental, sus actividades están orientadas a mantener y promover una visión positiva del franquismo. En su sitio web, la fundación menciona que uno de sus objetivos es asegurar el acceso público al archivo personal de Franco, algo que el Ministerio de Cultura considera opaco y contrario a la ley.
Además, la FNFF tiene entre sus metas la defensa de lo que ellos denominan la «mal llamada Ley de Memoria Histórica», así como la participación activa en el debate cultural y político actual en España, donde buscan resaltar la figura de Franco y su legado. Esto ha llevado a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática a concluir que los fines de la fundación están fundamentalmente dirigidos a la difusión de una narrativa favorable al franquismo, lo que contraviene la Ley 20/2022 de Memoria Histórica.
### Implicaciones Legales y Sociales
El inicio del procedimiento de ilegalización de la FNFF no solo tiene implicaciones legales, sino que también refleja un contexto social en el que la memoria histórica y la reconciliación son temas candentes en la sociedad española. La fundación ha sido criticada por su papel en la perpetuación de una visión distorsionada de la historia, lo que ha generado un debate intenso sobre cómo se debe recordar y tratar el legado del franquismo en España.
El Gobierno ha manifestado su intención de que los ciudadanos no financien a la FNFF, que se beneficia de incentivos fiscales por su estatus de fundación. Esto ha llevado a la administración a considerar medidas cautelares para proteger documentos de interés público que la fundación posee, evitando así que se destruyan pruebas relevantes durante el proceso judicial.
El ministro Urtasun ha indicado que, en caso de que el juez acepte el acuerdo de inicio del procedimiento, se solicitarán medidas cautelares para garantizar que la FNFF no pueda alterar su archivo histórico. Esta acción se asemeja a la que se llevó a cabo en el caso del Pazo de Meirás, donde se buscó proteger el patrimonio cultural y documental relacionado con la historia de España.
El proceso de ilegalización de la FNFF es un reflejo de la lucha por la memoria histórica en España y de la necesidad de abordar el legado del franquismo de manera crítica y responsable. A medida que avanza este procedimiento, se espera que se generen más debates sobre la interpretación de la historia y el papel de las instituciones en la promoción de una memoria colectiva que respete la dignidad de todas las víctimas del pasado.
La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la FNFF y su capacidad para adaptarse a un entorno legal que busca deslegitimar su existencia. A pesar de las dificultades, es probable que la fundación busque nuevas formas de operar, lo que podría complicar aún más el escenario legal y social en torno a la memoria histórica en España.
