La propuesta de reducir la jornada laboral a 37 horas y media semanales ha generado un intenso debate en el ámbito político y empresarial de Cataluña. La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha impulsado esta iniciativa, pero su aprobación enfrenta serios obstáculos, especialmente por la oposición de Junts per Catalunya, un partido clave en la aritmética parlamentaria. A medida que se acerca la fecha de la votación en el Congreso de los Diputados, las tensiones entre los diferentes actores involucrados se intensifican, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de esta legislación.
### La Posición de Junts y sus Demandas
Junts, liderado por Carles Puigdemont, ha dejado claro que no apoyará la reducción de la jornada laboral a menos que se realicen modificaciones significativas en la propuesta. Desde el partido, argumentan que la ley debe adaptarse a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen la mayoría del tejido empresarial catalán. Según Junts, la actual propuesta podría resultar perjudicial para estas empresas, incluso llevándolas a cerrar y, por ende, a perder puestos de trabajo.
La dirección de Junts ha mantenido reuniones con Sumar y el ministerio de Trabajo, pero hasta ahora no han logrado acercar posturas. La principal exigencia de Junts es que se incluyan medidas que protejan a las pymes, que se ven amenazadas por un aumento insostenible de los costos laborales. La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha respaldado esta postura, señalando que los costos directos e indirectos de la reducción de la jornada laboral podrían ascender a 42.400 millones de euros, lo que representa un golpe significativo para las pequeñas empresas.
El encuentro reciente entre Puigdemont y representantes de Pimec, una de las principales patronales de pymes en Cataluña, ha subrayado la preocupación del sector. Antoni Cañete, presidente de Pimec, ha calificado la propuesta de «inviable» en el contexto actual, marcado por la incertidumbre económica y la guerra arancelaria. Esta situación ha llevado a Junts a adoptar una postura firme, buscando no solo proteger los intereses de las pymes, sino también reafirmar su identidad política en un contexto de alianzas complejas.
### La Estrategia de Junts en el Contexto Político Actual
La negativa de Junts a apoyar la reducción de la jornada laboral no solo responde a preocupaciones económicas, sino también a una estrategia política más amplia. Desde el inicio de la legislatura, Junts ha intentado posicionarse como un partido independiente de los bloques tradicionales, buscando distanciarse de las políticas de izquierda que, según ellos, no siempre benefician a Cataluña. Esta estrategia les permite negociar desde una posición de fuerza, exigiendo contrapartidas en cada votación.
El debate interno dentro de Junts también refleja la diversidad de opiniones sobre la reducción de la jornada laboral. Aunque la corriente de izquierdas del partido se muestra favorable a la propuesta de Sumar, abogando por medidas compensatorias para las pymes, otras corrientes son más cautelosas y prefieren un enfoque basado en la negociación sectorial. Esta diversidad de opiniones puede complicar la toma de decisiones, pero también refleja la pluralidad del partido y su intento de mantener una imagen de transversalidad.
El hecho de que Junts esté dispuesto a abrir un debate interno sobre la reducción de la jornada laboral indica que el tema es de gran relevancia para sus militantes. La dirección del partido ha solicitado a las diferentes corrientes que expresen sus opiniones, lo que podría influir en la postura final que adopten. Sin embargo, la decisión final recaerá en la dirección del partido, lo que podría llevar a tensiones internas si las bases no se sienten representadas.
A medida que se acerca la votación en el Congreso, la presión sobre Junts para que defina su posición aumenta. La posibilidad de que el partido se alinee con las demandas de las pymes y exija cambios significativos en la propuesta de reducción de la jornada laboral podría ser un factor determinante en su capacidad para influir en la legislación. Sin embargo, también existe el riesgo de que su negativa a apoyar la ley sin modificaciones pueda aislarlos políticamente, especialmente si otros partidos deciden avanzar sin su apoyo.
La situación actual plantea un escenario complejo en el que la política, la economía y las relaciones laborales se entrelazan. La reducción de la jornada laboral es un tema que no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene implicaciones profundas para las empresas y la economía en general. A medida que el debate avanza, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones y qué impacto tendrán en el futuro del trabajo en Cataluña.