La reciente manifestación en Oviedo, donde miles de ciudadanos se unieron para exigir la eliminación del peaje del Huerna (AP-66), ha puesto de relieve las tensiones políticas entre el Gobierno central y el Principado de Asturias. A pesar de la presión social y política, el Ministerio de Transportes, liderado por Óscar Puente, ha reafirmado su postura de mantener el cobro del peaje, argumentando que su eliminación tendría un costo insostenible para el Estado. Esta situación ha generado un nuevo capítulo en la política asturiana, donde la unidad de fuerzas políticas, empresariales y sindicales se enfrenta a un Ejecutivo que parece desinteresado en el tema.
La manifestación, que reunió a aproximadamente 5,000 personas según fuentes policiales, fue histórica por la diversidad de grupos que se unieron en la lucha por una causa común. Sin embargo, desde el Gobierno central se ha minimizado el impacto de esta movilización, enfocándose más en la cantidad de asistentes que en el mensaje de unidad que se pretendía transmitir. En este contexto, el ministro Puente ha calificado la preocupación por el peaje del Huerna como «desenfocada», sugiriendo que no es un asunto prioritario para la región.
### La Resistencia del Gobierno Central
El Ministerio de Transportes ha mantenido una postura firme en su decisión de no eliminar el peaje del Huerna, a pesar de las críticas y la presión ejercida por el Gobierno regional y otros actores sociales. La Comisión Europea ha puesto en tela de juicio la legalidad de la ampliación de la concesión a la empresa Aucalsa hasta 2050, lo que añade un elemento de complejidad a la situación. Aunque el Ministerio no fue responsable de la prórroga, justifica su decisión al señalar que anular el peaje generaría un impacto financiero significativo.
El Principado de Asturias, junto con otras comunidades como la Junta de Castilla y León y la Xunta de Galicia, ha estado presionando para que se eliminen los peajes en varias autopistas, incluyendo la AP-9. Esta demanda ha desencadenado un choque político que ha evidenciado la falta de comunicación y confianza entre las administraciones. A pesar de los esfuerzos del Gobierno asturiano por establecer un diálogo, el Ministerio ha respondido con frialdad a la propuesta de reunión, lo que sugiere que las posibilidades de un acuerdo son escasas.
La situación se complica aún más por una serie de desencuentros previos entre el Principado y el Ministerio de Transportes. Proyectos como el vial de Jove, que fue rechazado por el Ministerio, y el retraso en la llegada de los trenes Avril, han contribuido a un clima de desconfianza entre ambas partes. La falta de comunicación efectiva ha llevado a una escalada de tensiones que parece difícil de resolver en el corto plazo.
### La Lucha por la Infraestructura y el Futuro de Asturias
La lucha por la eliminación del peaje del Huerna no es solo una cuestión económica, sino que también refleja un deseo más amplio de mejorar la infraestructura en Asturias. La carretera AP-66 es una vía crucial para la conexión entre Asturias y otras regiones, y su peaje ha sido objeto de críticas por considerarse una carga para los ciudadanos y las empresas locales. La manifestación del pasado viernes es un claro indicativo de que la ciudadanía está dispuesta a movilizarse en defensa de sus intereses.
Los líderes políticos asturianos han expresado su intención de continuar luchando por la eliminación del peaje, a pesar de la resistencia del Gobierno central. La próxima reunión de la Alianza por las Infraestructuras, que incluirá a representantes del Ejecutivo autonómico, partidos políticos, empresarios y sindicatos, se presenta como una oportunidad para discutir estrategias y acciones a seguir. Sin embargo, la falta de compromiso por parte del Ministerio de Transportes plantea dudas sobre la efectividad de estas iniciativas.
El futuro del peaje del Huerna y de la infraestructura en Asturias dependerá en gran medida de la capacidad de los líderes políticos para encontrar un terreno común y de la voluntad del Gobierno central para escuchar las demandas de la región. La situación actual es un reflejo de las complejidades políticas que enfrenta España, donde las decisiones sobre infraestructuras y transporte pueden tener un impacto significativo en la vida cotidiana de los ciudadanos. La lucha por el peaje del Huerna es, en última instancia, una lucha por el futuro de Asturias y su desarrollo económico.