En la Capilla Sixtina, el cónclave papal ha comenzado con un ambiente de expectación y solemnidad. Los 133 cardenales electores se han reunido para llevar a cabo la primera votación en la búsqueda del sucesor del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril. Sin embargo, el primer día de votaciones no ha estado exento de contratiempos, ya que se ha registrado una fumata negra, indicando que no se ha alcanzado el quórum necesario para elegir al nuevo Papa.
### La Fumata Negra y el Retraso en las Votaciones
La primera votación se llevó a cabo el miércoles por la tarde, pero los resultados no fueron los esperados. Con un retraso de aproximadamente dos horas respecto al horario previsto, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo negro, señal de que no se había elegido al nuevo obispo de Roma. Este retraso se atribuye a varios factores. En primer lugar, los cardenales escucharon una predicación del purpurado Raniero Cantalamessa, que se extendió por unos 45 minutos. Además, este cónclave es el más numeroso de la historia, lo que ha añadido complejidad al proceso. De los 133 cardenales, un 80% participaba por primera vez en un cónclave, lo que también pudo haber influido en la duración del escrutinio.
Los cardenales llegaron a la Capilla Sixtina alrededor de las 16:00 horas, tras un momento de oración en la Capilla Paulina. Posteriormente, realizaron el juramento de cumplir con las reglas del cónclave, un acto que subraya la seriedad del proceso. La ceremonia culminó con la frase ‘extra omnes’, que indica que solo los cardenales electores pueden permanecer en la sala durante las votaciones.
### La Misa ‘Pro Eligendo Pontífice’
Antes de las votaciones, los cardenales participaron en la misa ‘pro eligendo pontífice’ en la basílica de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. En su homilía, Re enfatizó la importancia de la responsabilidad que recae sobre los cardenales en este momento crucial para la Iglesia. Subrayó que la elección del nuevo Papa no solo afecta a la Iglesia católica, sino que también tiene implicaciones para la humanidad en su conjunto.
El decano instó a los cardenales a dejar de lado cualquier consideración personal y a centrarse en la misión de garantizar la unidad eclesial. Re recordó que la tarea del nuevo obispo de Roma debe ser la de promover la comunión entre todos los cristianos y evitar fracturas internas, un desafío que ha sido evidente en los últimos años.
Re también hizo un llamado a que el próximo Papa sea un líder que despierte las conciencias y las fuerzas morales en una sociedad cada vez más secularizada y tecnológica. La expectativa es que el nuevo líder de la Iglesia católica pueda abordar los problemas contemporáneos y ofrecer una guía espiritual en tiempos de incertidumbre.
Con la mirada puesta en las próximas votaciones, que se llevarán a cabo el jueves, los cardenales se preparan para un proceso que podría definir el rumbo de la Iglesia en las próximas décadas. La presión es palpable, no solo por la historia que representa este cónclave, sino también por las expectativas de millones de fieles alrededor del mundo que esperan un nuevo liderazgo que responda a los desafíos actuales.
El cónclave continuará con cuatro nuevas votaciones programadas, dos por la mañana y dos por la tarde. La comunidad católica y el mundo en general estarán atentos a la evolución de este proceso, que no solo es un evento religioso, sino también un momento de reflexión sobre el futuro de la Iglesia y su papel en la sociedad moderna.