La historia del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil, es un relato de transformación y resistencia. Este grupo, que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, se ha convertido en un actor clave en el tráfico internacional de drogas, especialmente cocaína. Su influencia se extiende no solo por Río de Janeiro, sino también a otras regiones del país y más allá de sus fronteras. Para entender su poder, es esencial explorar sus orígenes y la estructura que lo sostiene.
### Orígenes del Comando Vermelho
El Comando Vermelho nació en la década de 1970, en un contexto de represión política y social en Brasil. Durante la dictadura militar, el régimen decidió agrupar a antiguos militantes políticos con delincuentes comunes en la prisión de Ilha Grande. Este experimento, que buscaba despolitizar a los opositores, tuvo un efecto contrario: los guerrilleros enseñaron a los prisioneros a organizarse y resistir. Así, en medio de condiciones inhumanas, surgió la Falange Vermelha, que más tarde se transformaría en el Comando Vermelho.
El nombre del grupo, que significa «Comando Rojo», se deriva de la sangre derramada en el penal Cándido Mendes, donde los prisioneros enfrentaban una vida de sufrimiento y violencia. A medida que los miembros del grupo comenzaron a organizarse, se dieron cuenta de que podían financiar sus actividades delictivas a través de fugas carcelarias y otros delitos. Este enfoque les permitió mejorar sus condiciones de vida en prisión y, eventualmente, expandir su influencia fuera de las rejas.
Durante los años 80, el Comando Vermelho comenzó a especializarse en el asalto a bancos y el secuestro de empresarios. Sin embargo, con el auge de los cárteles de la droga en Colombia, el grupo cambió su enfoque hacia el narcotráfico. Comenzaron con el menudeo de marihuana y, con el tiempo, se convirtieron en un actor clave en el tráfico mundial de cocaína y armas. Hoy en día, se estima que el Comando Vermelho cuenta con más de 30,000 miembros, lo que lo convierte en la segunda organización criminal más grande de Brasil, solo superada por el Primer Comando de la Capital (PCC) de São Paulo.
### Estructura y Operaciones del Comando Vermelho
Una de las características más notables del Comando Vermelho es su estructura descentralizada. A diferencia de otras organizaciones criminales que operan bajo un liderazgo centralizado, el Comando Vermelho se organiza en células locales que operan de manera autónoma. Esto les permite adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes y mantener un control efectivo sobre las áreas que dominan.
El grupo tiene una fuerte presencia en las favelas de Río de Janeiro, especialmente en Alemão y Penha, donde más de 300,000 personas residen. Los líderes locales del Comando Vermelho son conocidos por ejercer un control social significativo en estas comunidades, lo que les proporciona un grado de protección por parte de los habitantes. En muchas de estas áreas, el Estado brasileño tiene una presencia mínima, lo que permite al grupo operar con relativa impunidad.
El Comando Vermelho no solo se dedica al narcotráfico; también participa en actividades como la extorsión y el blanqueo de dinero. Parte de los ingresos que obtienen se destina a ayudar a los reclusos y sus familias, lo que les ha ganado cierto apoyo entre la población local. Además, el grupo ha establecido un sistema de justicia propio, donde imponen castigos severos a quienes incumplen sus normas o traicionan a la organización. Este enfoque les ha permitido mantener un control férreo sobre sus territorios y expandir su influencia a otras partes de Brasil.
El lema del Comando Vermelho, «Paz, justicia y libertad», refleja su estrategia de control social. A través de la provisión de servicios básicos y la imposición de un orden social, han logrado consolidar su poder en más de 25 estados de Brasil, especialmente en las regiones Norte y Nordeste. Además, han establecido vínculos con cárteles de países vecinos como Colombia, Bolivia y Perú, lo que les permite diversificar sus operaciones y aumentar sus ganancias.
La reciente operación policial en Río de Janeiro, que resultó en más de 130 muertes, es un claro indicativo de la magnitud del desafío que representa el Comando Vermelho para las autoridades. A medida que el gobierno intenta desmantelar estas organizaciones criminales, el Comando Vermelho continúa adaptándose y evolucionando, lo que plantea preguntas sobre el futuro de la seguridad en Brasil y la lucha contra el narcotráfico.
