El 7 de octubre de 2023, el pequeño pueblo de Pelahustán, en Toledo, fue escenario de un crimen que dejó a la comunidad en estado de shock. Belén Sánchez, una mujer de 45 años y conocida por su amabilidad y dedicación a los demás, fue asesinada de manera brutal. La violencia del crimen y la aparente falta de motivos han llevado a la familia de la víctima a cuestionar la versión oficial y a pedir que se investigue más a fondo.
### Un Crimen Inexplicable
La noche del asesinato, Belén fue golpeada con una piedra en un ataque que, según los investigadores, fue extremadamente violento. Las autopsias revelaron que la mujer había recibido hasta trece golpes, la mayoría en la cabeza y el rostro, lo que sugiere que intentó defenderse de su atacante. Sin embargo, lo que más desconcierta a la familia es que el presunto asesino, Fernando Muñoz, un vecino de 38 años con antecedentes de adicción al alcohol y las drogas, apenas había tenido contacto con Belén. La relación entre ambos se limitaba a que ella le fiaba consumiciones en el bar que regentaba.
La Guardia Civil detuvo a Fernando dos días después del crimen, encontrando en su cuerpo múltiples arañazos que indican que Belén luchó por su vida. Sin embargo, la investigación ha dejado muchas preguntas sin respuesta. Ramiro, el hermano de Belén, ha expresado su convicción de que hay más personas involucradas en el asesinato, señalando que la brutalidad del ataque no parece corresponder con la relación que tenía su hermana con el agresor. «No se entiende que un tipo que no había dado problemas antes y que apenas conocía a Belén acabe con su vida con esa brutalidad», declaró Ramiro.
### La Búsqueda de Respuestas
La familia de Belén ha estado en constante búsqueda de respuestas desde el día del crimen. La falta de un motivo claro ha llevado a Ramiro a cuestionar la investigación. Según el sumario, Fernando había desinstalado WhatsApp la noche anterior al asesinato, lo que ha despertado sospechas sobre su comportamiento. Además, se han encontrado fibras en las uñas de Belén que no coinciden con la ropa que llevaba ni con la de Fernando, lo que sugiere la posibilidad de que otras personas estuvieran involucradas.
La noche del crimen, Fernando fue visto en el bar ‘Amigo’ de Pelahustán, donde entró semidesnudo y aparentemente bajo los efectos de drogas o alcohol. Testigos afirman que se comportaba de manera extraña y que había estado en el lugar donde luego se encontró el cuerpo de Belén. La Guardia Civil ha investigado sus movimientos y ha encontrado que, minutos antes de encontrarse con la víctima, Fernando había llamado a dos mujeres, una de ellas su exnovia, a quien había acosado tras su ruptura. La otra mujer, que le había ayudado en su proceso de desintoxicación, también notó que Fernando estaba alterado y había consumido drogas.
La investigación ha explorado diversas líneas, incluyendo conflictos familiares de Belén y su situación económica. A pesar de que la Guardia Civil ha descartado la posibilidad de que el crimen estuviera motivado por un robo o una agresión sexual, la familia sigue sin entender por qué ocurrió este acto de violencia extrema. Belén era una mujer querida en su comunidad, conocida por ayudar a quienes la rodeaban y por cuidar de su hermano con discapacidad intelectual.
La falta de respuestas ha llevado a Ramiro a hacer un llamado a la justicia, pidiendo que se investigue a fondo todo lo que no está claro en el caso. La familia de Belén necesita respuestas para poder avanzar en su duelo y entender por qué su ser querido fue arrebatado de manera tan violenta. La comunidad de Pelahustán, que ha sido testigo de este trágico suceso, también busca respuestas y justicia para una mujer que dejó una huella imborrable en sus corazones.