En un evento que celebra la tradición culinaria, el Asador Olivi de Usurbil ha sido reconocido como el campeón del XVI Concurso Nacional de Parrilla, celebrado en el emblemático palacio del Kursaal en San Sebastián. Este concurso, parte de la edición de San Sebastián Gastronomika, ha destacado la importancia de la carne a la brasa y el respeto hacia el producto, valores que el equipo del Asador Olivi ha sabido transmitir a través de su trabajo.
La victoria del Asador Olivi no solo es un triunfo personal, sino también un homenaje a la nobleza de la chuleta, un plato que trasciende lo gastronómico. La carne de una vaca de raza Simmental, de seis años y con cuarenta días de maduración, fue la elegida para este certamen. El chef Napoleón Lertxundi, junto a su hijo Julen, lideró el equipo que logró este reconocimiento, destacando la importancia de elegir una pieza adecuada que combine grasa, músculo y maduración.
El ambiente durante la cata final era festivo, con un jurado que debatía sobre los diferentes cortes y técnicas de asado, mientras el público disfrutaba de los vinos de Roda. Entre los finalistas se encontraban otros cinco asadores vascos, así como representantes de Asturias, Girona y Valencia, lo que demuestra la alta competencia y el nivel de calidad en la parrilla.
Lertxundi, quien ha abierto el Asador Olivi hace apenas dos años y medio, se siente orgulloso de recibir este premio tan pronto. Su filosofía es clara: «No hay secreto, solo trabajo y respeto por el producto». Este enfoque se alinea con la visión de otros expertos en el sector, como José Gordón, un reconocido especialista en carne de buey, quien ha defendido la importancia de las razas autóctonas y el respeto hacia los animales que alimentan a la humanidad.
Gordón, quien ha dedicado su vida a la carne de buey, comparte su experiencia sobre el vínculo entre el ganadero y su animal, enfatizando que cada sacrificio debe ser honrado aprovechando cada parte de la carne. Su trabajo incluye investigaciones sobre los mejores usos de cada músculo y la importancia de las largas maduraciones, lo que resalta el valor del tiempo como un ingrediente esencial en la cocina.
La edición de San Sebastián Gastronomika ha estado marcada por un enfoque en la tradición y la sostenibilidad, con un llamado a valorar las razas autóctonas frente a las prácticas de engorde rápido. Este evento no solo celebra la gastronomía, sino que también invita a reflexionar sobre el impacto de nuestras elecciones alimentarias en el medio ambiente y la cultura local.
El Asador Olivi, aunque joven, ya se ha posicionado como un referente en la parrilla, y su éxito es un testimonio del resurgimiento de la cocina tradicional en un mundo que a menudo prioriza la rapidez sobre la calidad. La pasión y el compromiso del equipo del Asador Olivi son un ejemplo de cómo la gastronomía puede ser una forma de arte que respeta tanto a los ingredientes como a las tradiciones que la sustentan.
Con su victoria, el Asador Olivi no solo ha ganado un premio, sino que ha contribuido a la revitalización de la cultura gastronómica vasca, recordando a todos la importancia de honrar la carne que consumimos y el proceso que implica su preparación. Este evento ha dejado un aroma a carne a la brasa que perdurará en la memoria de los asistentes, así como un mensaje claro sobre la necesidad de valorar y respetar los productos que nos ofrece la tierra.