En Alhaurín el Grande, un pequeño municipio de la provincia de Málaga, se ha desatado una serie de robos en una nave que almacena un alijo de óxido nitroso, conocido popularmente como «gas de la risa». Este gas, que se ha convertido en una sustancia de uso recreativo entre los jóvenes, fue incautado por la Guardia Civil en marzo de 2024, y desde entonces ha estado en el centro de una controversia que involucra la falta de acción judicial y la inseguridad en la zona. La situación ha llegado a un punto crítico, ya que la nave ha sido asaltada en cinco ocasiones, lo que ha llevado a la desesperación del propietario del local, Francisco Ramírez.
### La Incautación y el Alijo de Óxido Nitroso
La Guardia Civil realizó la mayor incautación de óxido nitroso en Europa el 22 de marzo de 2024, confiscando un total de 21,302 litros de este gas, que se encontraba en un tráiler destinado a su distribución en locales de ocio. La mercancía fue depositada en una nave del polígono La Rosa, alquilada por Ramírez, quien fue engañado al creer que el espacio sería utilizado por una empresa de paquetería. Desde entonces, el alijo ha permanecido en el mismo lugar, sin que se haya tomado ninguna medida para su traslado o destrucción.
La situación se ha vuelto insostenible para Ramírez, quien no solo ha dejado de recibir el alquiler de su propiedad, sino que también ha tenido que asumir los costos de servicios públicos y otros gastos asociados. A pesar de que el juez autorizó la destrucción de las botellas, las instalaciones adecuadas para manejar este tipo de gas no están disponibles, lo que ha llevado a una parálisis en la resolución del caso.
### Robos Recurrentes y la Inseguridad
La falta de vigilancia en la nave ha permitido que los ladrones accedan al alijo de manera reiterada. El último robo ocurrió en la madrugada del 19 de junio de 2025, cuando la Guardia Civil recibió una alerta sobre un asalto en la nave. Al llegar, los agentes encontraron a dos sospechosos que intentaban huir, uno de los cuales fue detenido. En su posesión, llevaban las llaves de una furgoneta de alquiler que había sido utilizada para sustraer 100 botellas de óxido nitroso del almacén.
Desde la primera incautación, se estima que alrededor de cinco palés de las 20 botellas originales han sido robadas. Esto representa una pérdida significativa de mercancía, lo que ha generado preocupación no solo por la seguridad del local, sino también por los riesgos asociados al uso indebido de esta sustancia. El gas de la risa, aunque popular entre los jóvenes, conlleva serios riesgos para la salud, incluyendo asfixia, alucinaciones y daños neurológicos.
La situación ha llevado a Ramírez a buscar asesoría legal para intentar recuperar su propiedad y poner fin a la ocupación ilegal. Sin embargo, la falta de acción por parte de las autoridades judiciales ha dejado a muchos en la comunidad preguntándose sobre la eficacia del sistema para manejar este tipo de situaciones. La combinación de un alijo peligroso y la inacción judicial ha creado un ambiente de incertidumbre y riesgo en el polígono industrial.
### El Peligro del Gas de la Risa
El óxido nitroso, conocido como gas de la risa, ha ganado popularidad en Europa como una droga recreativa, especialmente entre los jóvenes. Su uso puede provocar efectos inmediatos como euforia y desinhibición, pero también conlleva riesgos significativos. Según informes del Ministerio de Sanidad, el consumo de esta sustancia puede resultar en complicaciones graves, incluyendo asfixia y daños neurológicos a largo plazo.
El gas actúa como un anestésico disociativo, lo que significa que puede alterar la percepción y provocar alucinaciones. Además, su uso excesivo puede llevar a una disminución de los niveles de vitamina B12 en el organismo, lo que puede resultar en problemas neurológicos y cognitivos. La falta de información y la normalización de su uso entre los jóvenes han contribuido a un aumento en los casos de emergencias médicas relacionadas con su consumo.
La situación en Alhaurín el Grande es un claro ejemplo de cómo la falta de acción y la ineficacia del sistema judicial pueden agravar un problema de salud pública. La comunidad se enfrenta a un dilema: cómo manejar un alijo de una sustancia peligrosa que, a pesar de ser ilegal, sigue siendo demandada por un sector de la población. La necesidad de una solución efectiva es urgente, no solo para proteger a los ciudadanos de los peligros del gas de la risa, sino también para restaurar la seguridad y la confianza en la comunidad.