La transición hacia energías más sostenibles está tomando un nuevo impulso en España, especialmente en Asturias, donde dos importantes empresas están compitiendo por la construcción de una central hidroeléctrica de bombeo en Tineo. La multinacional energética EDP y la empresa cordobesa Magtel han presentado sus propuestas para aprovechar el embalse de La Barca, en un concurso convocado por el Ministerio para la Transición Ecológica. Este proyecto no solo busca generar energía, sino también contribuir al desarrollo socioeconómico de la región tras el cierre de la central térmica de carbón de Naturgy en Soto de la Barca.
Ambas compañías han presentado solicitudes para adjudicar los 354 megavatios (MW) de potencia que se han liberado en la red eléctrica. Sin embargo, solo se permitirá un nuevo proyecto de gran envergadura. El concurso, conocido como «concurso de transición justa del nudo de Narcea», tiene en cuenta no solo los aspectos técnicos de los proyectos, sino también los beneficios socioeconómicos y medioambientales que puedan aportar a las áreas afectadas por el cierre de centrales térmicas.
Desde el punto de vista técnico, los proyectos de EDP y Magtel son bastante similares, aunque EDP ha presentado una propuesta más ambiciosa. La inversión prevista por EDP asciende a 500 millones de euros, mientras que Magtel ha estimado su inversión en 450 millones. Ambos proyectos consisten en centrales hidroeléctricas de bombeo que utilizarán el agua del embalse de La Barca, complementadas con nuevos depósitos de agua en cotas superiores. En el caso de EDP, se planea una presa con capacidad para 4 hectómetros cúbicos, mientras que Magtel propone una balsa de 3,6 hectómetros.
Los depósitos superiores estarán conectados al embalse de La Barca mediante un circuito subterráneo de tuberías, que tendrá una longitud de 5,5 kilómetros en el caso de EDP y de 1,4 kilómetros en el de Magtel. Las nuevas centrales hidráulicas se ubicarán en una caverna excavada. Durante las horas de baja demanda eléctrica, cuando el costo de la energía es menor, se bombeará agua desde el embalse inferior al superior. Posteriormente, cuando sea necesario generar electricidad, se utilizará el agua que desciende por gravedad desde el embalse superior al inferior, aprovechando saltos de 488 metros en el proyecto de EDP y de 528 metros en el de Magtel.
El concurso de acceso a la red eléctrica en el nudo del Narcea otorga hasta 20 puntos sobre 100 por las características tecnológicas del proyecto. Sin embargo, la mayor parte de la puntuación, 64 puntos, se basa en el impacto socioeconómico del proyecto, 10 puntos en la minimización del impacto ambiental y 6 puntos en su madurez.
EDP ha destacado que su central de bombeo generará 800 puestos de trabajo durante los cinco años de construcción. Además, la compañía se compromete a fomentar el empleo en la zona mediante una aportación directa de 2.000 euros por cada nuevo puesto de trabajo creado por empresas y autónomos. También ofrecerá formación gratuita y una ayuda a fondo perdido de hasta 300 euros por kilovatio para aquellas empresas que incorporen instalaciones de autoconsumo solar.
Por su parte, Magtel también ha resaltado el potencial de empleo que generará su proyecto. A través de la Fundación Magtel, se apoyará la creación de empleo y la formación para combatir el descenso demográfico en la región. EDP ha enfatizado su arraigo en Asturias, su solvencia técnica y financiera, y su experiencia en la operación de 11 centrales hidráulicas en la región. Magtel, en cambio, ha destacado el «perfecto dimensionamiento» de su proyecto en relación con el territorio.
La competencia entre EDP y Magtel no solo representa una oportunidad para el desarrollo energético de Asturias, sino que también pone de relieve la importancia de la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. La decisión final sobre cuál de las dos empresas se adjudicará el proyecto dependerá de la evaluación de las solicitudes por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, que tendrá en cuenta tanto los aspectos técnicos como los beneficios sociales y medioambientales que cada propuesta pueda ofrecer a la comunidad local.
