La Basílica de San Pedro se ha convertido en el epicentro de la despedida al Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025. Miles de fieles se han congregado para rendir homenaje a un líder que dejó una huella imborrable en la Iglesia Católica y en el mundo. Desde la apertura de la capilla ardiente, los devotos han llegado en masa para ofrecer su último adiós al pontífice argentino, conocido por su cercanía con la gente y su compromiso con los valores del Evangelio.
La ceremonia ha comenzado con una solemne procesión que ha llevado el féretro del Papa desde la Casa Santa Marta hasta la Basílica. Este recorrido, de aproximadamente 400 metros, ha sido acompañado por el sonido de las campanas y los cánticos de los religiosos, creando un ambiente de profunda emoción y recogimiento. El ataúd, que reposa bajo el Baldaquino de San Pedro, está adornado con una casulla roja, simbolizando la entrega y el sacrificio, y en sus manos sostiene un rosario, reflejando su devoción mariana.
### La Capilla Ardiente y el Ritual de Despedida
La capilla ardiente ha sido abierta al público desde el miércoles 23 de abril, permitiendo a los fieles presentar sus respetos. El horario de visita ha sido extendido, con la Basílica abierta hasta la medianoche en los primeros días, lo que ha facilitado que miles de personas puedan acercarse a despedirse del Papa. La ceremonia ha sido marcada por momentos de silencio y oración, donde los asistentes han podido reflexionar sobre el legado de Francisco.
El cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, ha presidido la Liturgia de la Palabra, un momento crucial que ha precedido a las visitas al féretro. Durante esta ceremonia, se ha esparcido agua bendita sobre el ataúd, un gesto que simboliza la purificación y la esperanza de la vida eterna. La presencia del cirio pascual junto al féretro también ha sido significativa, representando la luz de Cristo que guía a los fieles en su camino espiritual.
El Papa Francisco ha sido recordado no solo por su papel como líder religioso, sino también por su enfoque en temas sociales y medioambientales. Su legado incluye un llamado constante a la paz, la justicia y la protección de la creación, lo que ha resonado profundamente en la comunidad católica y más allá. En este contexto, muchos han expresado su deseo de que su sucesor continúe con esta misión de amor y compasión hacia los demás.
### La Reacción Global y el Cónclave
La muerte del Papa Francisco ha generado una ola de reacciones a nivel mundial. Desde líderes políticos hasta figuras culturales, muchos han expresado su pesar y han destacado la importancia de su legado. El actor argentino Ricardo Darín, por ejemplo, ha comentado que el Papa «abrió muchas puertas y ventanas», refiriéndose a su capacidad para conectar con personas de diversas culturas y trasfondos.
Con la llegada del Cónclave, que se espera inicie entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa, la atención se centra en los cardenales que tendrán la responsabilidad de elegir a su sucesor. Francisco, durante su papado, ha nombrado a un gran número de cardenales, muchos de los cuales provienen de regiones periféricas, lo que podría influir en la dirección que tomará la Iglesia en el futuro. La constitución del Cónclave podría adelantarse si todos los cardenales están presentes en Roma, lo que ha generado expectativas sobre el próximo líder de la Iglesia Católica.
La Capilla Sixtina, famosa por ser el lugar donde se llevan a cabo las elecciones papales, cerrará permanentemente a partir del 28 de abril por las necesidades del Cónclave. Este cierre ha sido anunciado oficialmente, y se espera que las ceremonias litúrgicas en honor al Papa Francisco continúen hasta el funeral programado para el 26 de abril, donde se espera la asistencia de delegaciones de aproximadamente 170 países.
La comunidad católica y el mundo en general están en un momento de reflexión y duelo, recordando a un Papa que, a lo largo de su vida, se dedicó a promover el amor, la paz y la justicia. La despedida al Papa Francisco no solo es un adiós a un líder espiritual, sino también un llamado a continuar su legado de compasión y servicio a los demás.