La tarde del 15 de julio de 2025, Gijón se vistió de luto para despedir a Félix Sánchez Casera, un destacado exbajista del célebre grupo de rock asturiano «Stukas». La ceremonia, que tuvo lugar en el tanatorio de Cabueñes, reunió a familiares, amigos y antiguos compañeros de la banda, quienes compartieron anécdotas y recuerdos de un hombre que dejó una huella imborrable en la música local. A sus 75 años, Félix falleció tras una larga lucha contra la enfermedad, dejando atrás a su esposa Ana Isabel Serrano Nosti y a su hijo Félix Sánchez Serrano, quien ya es padre de dos niños.
El acto fue una celebración de la vida y la música, donde se respiró un ambiente de cercanía y respeto. Con alrededor de 150 asistentes, la ceremonia se desarrolló de manera íntima, permitiendo que quienes conocieron a Félix compartieran sus vivencias y sentimientos. Entre los presentes se encontraban sus antiguos compañeros de banda, Lito Ferreira y Mandi Martín, quienes recordaron a Félix como un amigo leal y un líder natural. «Era un tipo formidable, un amigo con todas las letras», expresaron, resaltando la conexión que compartieron a lo largo de los años.
Félix Sánchez no solo fue un músico talentoso, sino también un ingeniero que dedicó gran parte de su vida a la música. Se unió a «Stukas 70» en 1969, y su influencia fue crucial en la dirección que tomó la banda. Carlos Martagón, guitarrista del grupo, lo describió como «el jefe», un apodo que refleja su papel como guía y mentor dentro de la formación. «Si había un sargento en ‘Stukas’, en el buen sentido, ese era Félix», recordó Martagón, quien también destacó la importancia de su liderazgo en los primeros años de la banda.
La historia de «Stukas» está marcada por momentos memorables y anécdotas divertidas. Ferreira y Martín recordaron un incidente cómico que ocurrió durante un concierto en Trevías, donde llegaron un día antes de lo previsto. «La culpa fue de Félix, que era el encargado de organizar el calendario», bromeó Martín, mientras compartían risas sobre sus experiencias pasadas. Estos recuerdos no solo reflejan la camaradería entre los miembros de la banda, sino también la pasión y dedicación que Félix aportó a su música.
El legado musical de Félix Sánchez se consolidó con el álbum «Hazañas bélicas», lanzado en 1981, que catapultó a «Stukas» a la fama. Sin embargo, es importante aclarar que esta banda no debe confundirse con «Los Stukas», que se disolvió en 1969. La evolución de la banda y la incorporación de nuevos miembros, como Félix y Carlos, marcaron un nuevo capítulo en la historia del rock asturiano. A lo largo de los años, «Stukas» se convirtió en un referente en la escena musical de la región, y su influencia perdura hasta hoy.
La celebración de la palabra en el tanatorio fue un momento de reflexión y homenaje a la vida de Félix. Sus amigos y familiares compartieron no solo su tristeza por la pérdida, sino también su gratitud por haber tenido la oportunidad de conocer a un hombre tan especial. La música fue el hilo conductor de sus recuerdos, y cada anécdota contada durante la ceremonia resonó con el eco de las melodías que Félix ayudó a crear.
A medida que la ceremonia llegaba a su fin, la familia de Félix recibió palabras de aliento y condolencias de todos los presentes. La comunidad musical de Gijón se unió en un acto de solidaridad, recordando a un hombre que no solo fue un músico talentoso, sino también un amigo y un pilar en la vida de muchos. La pérdida de Félix Sánchez es un recordatorio de la fragilidad de la vida, pero también de la riqueza que deja atrás a través de su legado musical.
La historia de Félix Sánchez es la historia de un hombre que vivió su vida con pasión, dedicación y amor por la música. Su legado perdurará en las memorias de aquellos que lo conocieron y en las melodías que continúan resonando en los corazones de sus seguidores. En cada acorde, en cada canción, Félix seguirá vivo, recordado como un ícono del rock asturiano y un amigo entrañable.