En el corazón de la provincia de Jaén, rodeadas de un mar de olivos que se extiende hasta donde alcanza la vista, se encuentran Úbeda y Baeza, dos ciudades que no solo comparten una rica historia, sino que también son un testimonio vivo del esplendor del Renacimiento andaluz. Desde que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003, estas localidades han atraído a visitantes de todo el mundo, deseosos de explorar su legado arquitectónico y cultural. A tan solo diez kilómetros de distancia, forman un tándem perfecto para una escapada cultural que combina historia, arte y gastronomía.
**El Legado del Renacimiento en Úbeda**
El Renacimiento llegó a Úbeda en el siglo XVI, impulsado por Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V. Su deseo de dejar un legado monumental comparable al de Italia llevó a la ciudad a convertirse en un centro de creación artística y arquitectónica. El arquitecto Andrés de Vandelvira fue el encargado de dar forma a este legado, dejando su huella en muchos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. La Plaza Vázquez de Molina, considerada una de las más bellas de España, es un claro ejemplo de esta riqueza arquitectónica. En ella se encuentran la Sacra Capilla del Salvador, el Palacio de las Cadenas (actualmente Ayuntamiento), y el Parador de Turismo, que ocupa un antiguo convento.
Además de su impresionante patrimonio monumental, Úbeda destaca por su ambiente vibrante. Sus calles estrechas están llenas de vida, con tiendas de artesanía que ofrecen cerámica y alfarería, así como tabernas donde se puede degustar el famoso aceite de oliva virgen extra, conocido como el oro líquido de la comarca. Este producto no solo es un símbolo de la gastronomía local, sino que también forma parte integral de la identidad cultural de la región.
**Baeza: Un Refugio Académico y Cultural**
A diferencia de Úbeda, Baeza es más pequeña y ofrece un ambiente más tranquilo y académico. Fundada en 1538, la Universidad de Baeza fue un importante centro de enseñanza donde estudió el famoso poeta Antonio Machado. La Plaza del Pópulo, con su Fuente de los Leones y edificios civiles de gran elegancia, marca el inicio de un recorrido por las joyas arquitectónicas de la ciudad. La Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, también obra de Vandelvira, es un punto culminante que no se puede perder.
Pasear por las calles de Baeza es una experiencia que invita a la contemplación. La serenidad del lugar, junto con su rica historia, permite a los visitantes sumergirse en un ambiente que ha sabido conservar su esplendor a lo largo de los siglos. La Semana Santa en Baeza, declarada de Interés Turístico Nacional, es un evento que se vive con especial intensidad, atrayendo a numerosos visitantes que desean experimentar la devoción y la cultura local.
**Un Paisaje Cultural Único**
Ambas ciudades comparten un entorno natural impresionante: el mar de olivos que caracteriza la provincia de Jaén. Este paisaje cultural, que también es candidato a Patrimonio Mundial, no solo embellece el horizonte, sino que ha influido en la economía y la gastronomía de la región durante siglos. Desde cualquier mirador en Úbeda o Baeza, la vista se pierde en un océano verde plateado que cambia de tonalidad con la luz del día.
Visitar Úbeda y Baeza es mucho más que admirar sus monumentos. Cada otoño, Úbeda celebra el Festival Internacional de Música y Danza, transformando patios y plazas en escenarios únicos que ofrecen una experiencia cultural inolvidable. Por su parte, Baeza se convierte en un escenario vibrante durante la Semana Santa, donde la tradición y la devoción se entrelazan en un ambiente de profunda espiritualidad.
**Gastronomía: Un Viaje de Sabores**
La gastronomía de Úbeda y Baeza está indisolublemente ligada al aceite de oliva virgen extra. En esta región se encuentran algunas de las almazaras más premiadas del mundo, y es posible realizar visitas guiadas para conocer el proceso de elaboración de este producto tan valorado. La cocina local ofrece platos tradicionales como el pipirrana jiennense, las andrajos, el lomo de orza y las gachas, todos ellos acompañados del mejor AOVE. Para el postre, los ochíos, unos panecillos dulces o salados, son una delicia que no se puede dejar de probar.
**La Mejor Época para Visitar**
El otoño es, sin duda, la mejor época para descubrir Úbeda y Baeza. Con un clima más suave que en los calurosos veranos jiennenses, las calles se llenan de vida cultural y los paisajes de olivos ofrecen atardeceres inolvidables. La cercanía entre ambas ciudades permite recorrerlas sin prisas en un fin de semana, combinando arte, historia, gastronomía y naturaleza en una experiencia única que deja huella en el corazón de quienes las visitan.