El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha hecho un llamado a la acción en el marco del Día de Europa, enfatizando la necesidad de reforzar la Unión Europea (UE) ante las amenazas externas e internas que enfrenta el continente. En un discurso cargado de significado, Illa identificó tres desafíos principales: la guerra arancelaria, la agresión rusa a Ucrania y las crecientes desigualdades sociales que amenazan la cohesión de las sociedades europeas. Este evento, que conmemora 75 años de la Declaración Schuman, se convierte en un punto de reflexión sobre el futuro de Europa y su papel en el mundo actual.
La guerra arancelaria, iniciada por la administración Trump, ha cambiado el paradigma de las relaciones internacionales, alejando a Estados Unidos de Europa y obligando a la UE a replantearse su estrategia económica y política. Illa subrayó que la UE no puede permitirse el lujo de relajarse, ya que la estabilidad lograda en las últimas décadas está en riesgo. En este contexto, el presidente catalán ofreció a Catalunya como un bastión europeísta, reafirmando su compromiso con los valores y principios que han guiado a la UE desde su creación.
### La Visión de Enrico Letta: Un Llamado a la Acción
En el acto institucional del Día de Europa, Illa estuvo acompañado por Enrico Letta, ex primer ministro italiano y un ferviente defensor de la integración europea. Letta aprovechó la ocasión para criticar la «ingenuidad estratégica» de Europa en su relación con potencias como Rusia y China. Según Letta, la UE ha externalizado aspectos cruciales de su seguridad y economía, lo que ha llevado a una dependencia peligrosa que ahora se manifiesta en la crisis actual.
Letta advirtió que el choque con Rusia y la incertidumbre respecto a Estados Unidos no son meras crisis pasajeras, sino un cambio de era que requiere una respuesta decidida y estratégica por parte de Europa. Su propuesta es clara: Europa debe actuar con generosidad y sin complacencia, enfocándose en las próximas décadas en lugar de en los ciclos electorales inmediatos. Esta visión a largo plazo es esencial para que la UE pueda enfrentar los desafíos globales y reafirmar su liderazgo en el escenario internacional.
### La Lucha Contra el Extremismo y la Desigualdad
El conseller de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch, también participó en el evento, destacando la historia de la UE como un modelo de cooperación sin precedentes y el período de paz más prolongado en la historia reciente. Sin embargo, Duch no pasó por alto los peligros internos que enfrenta Europa, especialmente el auge de los extremismos que buscan dividir a la sociedad y debilitar la democracia. Aunque no mencionó explícitamente a la extrema derecha, su mensaje fue claro: la cohesión social y el respeto por la diversidad son fundamentales para el futuro de Europa.
Duch enfatizó que, a pesar de los desafíos, el apoyo al europeísmo sigue siendo mayoritario entre los ciudadanos del continente. Este respaldo popular es un recurso valioso que la UE debe aprovechar para avanzar en sus objetivos y enfrentar las amenazas que la rodean. La idea de que «Europa somos todos» resuena con fuerza, recordando que el progreso de la Unión depende de la colaboración y el compromiso de todos sus miembros.
El acto en la Generalitat concluyó con un desplazamiento a la plaza Sant Jaume, donde el Ayuntamiento de Barcelona organizó su propio homenaje al Día de Europa. El alcalde, Jaume Collboni, reiteró la importancia de la unidad y la acción colectiva, subrayando que Europa solo avanzará si todos trabajan juntos para hacerla avanzar. Este mensaje de unidad es crucial en un momento en que las divisiones internas y externas amenazan la estabilidad y el futuro de la UE.
A medida que Europa enfrenta un panorama global cada vez más complejo, el llamado a la acción de líderes como Illa y Letta se vuelve más relevante que nunca. La necesidad de una Europa fuerte, unida y capaz de enfrentar los desafíos del siglo XXI es imperativa. La historia ha demostrado que la cooperación y el diálogo son las claves para superar las crisis, y el futuro de Europa dependerá de su capacidad para adaptarse y evolucionar en un mundo en constante cambio.