La situación política en España se ha vuelto cada vez más compleja, especialmente para el Gobierno de Pedro Sánchez, que enfrenta una legislatura marcada por la inestabilidad y la fragmentación del Congreso. En este contexto, el Ejecutivo ha tenido que lidiar con la derogación de varios decretos y la reprobación de ministros, lo que ha puesto a prueba su capacidad para gobernar y mantener el apoyo de sus socios de investidura.
### La Reválida del Gobierno y los Decretos Derogados
Desde el inicio de esta legislatura, el Gobierno ha enfrentado múltiples desafíos que han puesto en entredicho su estabilidad. Uno de los aspectos más destacados ha sido la derogación de cuatro decretos en un periodo relativamente corto, lo que contrasta con la única derogación que se produjo en la legislatura anterior. Este aumento en la cantidad de decretos tumbados refleja la dificultad del Gobierno para mantener el apoyo necesario en un Congreso fragmentado, donde las alianzas son cada vez más complicadas de gestionar.
La situación se ha vuelto aún más crítica tras el ingreso en prisión del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, lo que ha generado incertidumbre entre los socios de investidura. A pesar de estos contratiempos, el Gobierno ha intentado normalizar la situación, argumentando que la fragmentación parlamentaria es un fenómeno común en las democracias europeas. Sin embargo, los números no respaldan esta afirmación, ya que la producción legislativa ha disminuido notablemente en comparación con la legislatura anterior. En este sentido, el Ejecutivo ha multiplicado el uso del decreto-ley, que requiere justificar una «extraordinaria y urgente necesidad», lo que ha llevado a la aprobación de medidas en situaciones que podrían haber sido debatidas en el Congreso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido clara al señalar que el Gobierno necesita asegurar el apoyo de sus socios antes de presentar los Presupuestos para 2026. Esto implica que las negociaciones con los diferentes grupos parlamentarios se intensificarán en los próximos meses, con el objetivo de garantizar la aprobación de las medidas necesarias para continuar con la legislatura. Sin embargo, la actitud de algunos socios, como Podemos, ha generado preocupación en el seno del Gobierno, ya que su disposición a negociar parece estar en entredicho.
### Estrategias para Mantener el Apoyo Parlamentario
Ante la creciente inestabilidad, el Gobierno ha adoptado diversas estrategias para intentar mantener el apoyo de sus socios de investidura. Una de las principales tácticas ha sido la búsqueda de acuerdos en áreas que son prioritarias para los diferentes grupos, como la transferencia de competencias al País Vasco y la financiación singular con ERC. Estas negociaciones son cruciales para asegurar el respaldo necesario en el Congreso, especialmente en un contexto donde la reprobación de ministros se ha convertido en una práctica más común.
El Ejecutivo ha acumulado un número significativo de reprobaciones en comparación con el Gobierno anterior, lo que ha llevado a una percepción de debilidad en su capacidad para gobernar. Sin embargo, desde Moncloa se argumenta que esta situación no es única del actual Gobierno, sino que es parte de un proceso más amplio de fragmentación política en el país. A pesar de ello, la realidad es que la confianza en el Gobierno se debe ganar día a día, y la normalización de la inestabilidad legislativa se presenta como un reto constante.
Además, el Gobierno ha intentado reforzar su imagen de estabilidad al destacar que el 86% de las votaciones en el Congreso han salido adelante. Sin embargo, esta cifra es más cuantitativa que cualitativa, ya que la producción legislativa ha disminuido significativamente en comparación con la legislatura anterior. En este sentido, el Ejecutivo se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar la necesidad de avanzar en su agenda legislativa con la realidad de un Congreso dividido y un panorama político incierto.
En resumen, el Gobierno de Pedro Sánchez se encuentra en una encrucijada, donde la inestabilidad legislativa y la fragmentación del Congreso plantean serios desafíos para su capacidad de gobernar. Las estrategias adoptadas para mantener el apoyo de sus socios de investidura serán clave en los próximos meses, a medida que se acerquen las negociaciones para los Presupuestos y se busquen soluciones a los problemas que han surgido en el camino. La capacidad del Gobierno para navegar en este entorno complejo determinará su futuro y el de la legislatura en su conjunto.