La situación política en España se encuentra en un punto crítico, especialmente en lo que respecta a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2026. La legislatura actual, que se ha caracterizado por su inestabilidad, podría convertirse en la primera en la etapa democrática reciente en la que no se logre aprobar un presupuesto, a excepción de los casos de repetición electoral. El Gobierno, liderado por Pedro Sánchez, ya ha comenzado a asumir que la probabilidad de que se aprueben las cuentas es escasa, debido a las exigencias de sus socios de gobierno, lo que ha generado un clima de incertidumbre y preocupación en el ámbito político y económico.
El pasado 28 de julio, durante una rueda de prensa, Sánchez anunció su intención de presentar los PGE para 2026, una promesa que ya había hecho en años anteriores sin éxito. La situación actual, marcada por el escándalo de corrupción que involucra a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, ha complicado aún más el panorama. Este escándalo ha puesto en entredicho la estabilidad del Gobierno y ha alimentado las especulaciones sobre un posible adelanto electoral, aunque hasta el momento, Sánchez ha logrado mantenerse en el poder.
### La Importancia de los Presupuestos en el Contexto Actual
Desde el punto de vista económico, el Gobierno considera que la necesidad de aprobar nuevos presupuestos no es tan apremiante, gracias a la disponibilidad de fondos europeos de recuperación. Recientemente, se aprobó un desembolso de 24.000 millones de euros, lo que ha permitido al Ejecutivo argumentar que las cifras macroeconómicas son favorables y que España lidera el crecimiento en Europa. Sin embargo, la importancia de los PGE trasciende lo meramente económico; su aprobación es crucial para enviar un mensaje de fortaleza política.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dejado claro que los presupuestos solo se someterán a votación si hay garantías de que serán aprobados en el Congreso. Este enfoque preventivo refleja la realidad de un Gobierno que se enfrenta a una oposición fragmentada y a unos socios de investidura que han comenzado a plantear condiciones difíciles de cumplir. La incertidumbre sobre la aprobación de los PGE ha llevado a muchos en el Gobierno a preparar una serie de medidas sociales para septiembre, con el objetivo de recuperar la iniciativa política y mejorar la percepción pública.
### Las Exigencias de los Socios de Gobierno
La negociación de los presupuestos se ha vuelto un proceso complicado, en el que las exigencias de los socios del Gobierno son cada vez más difíciles de asumir. Podemos, por ejemplo, ha planteado condiciones que incluyen una drástica reducción de los alquileres y un aumento significativo de la inversión social, así como la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel. Estas demandas han sido calificadas como «inasumibles» por parte del Gobierno, que ya se ha comprometido a aumentar la inversión militar para cumplir con los requisitos de la OTAN.
Por otro lado, Junts ha exigido que se salde una deuda de inversiones en Cataluña, que ellos cifran en 50.000 millones de euros, así como la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Estas exigencias han complicado aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo, ya que muchas de ellas no dependen directamente del Ejecutivo. ERC, otro de los socios clave, ha condicionado su apoyo a la recuperación de un acuerdo de financiación singular para Cataluña, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
El PNV, aunque ha mostrado disposición para negociar, también ha expresado su escepticismo sobre la posibilidad de que los presupuestos sean aprobados. Esta falta de consenso entre los socios de gobierno refleja la fragilidad de la coalición y la dificultad de alcanzar acuerdos en un contexto político tan polarizado.
En resumen, la situación actual en torno a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en España es un reflejo de la inestabilidad política que caracteriza a la legislatura. Las exigencias de los socios de gobierno, combinadas con los escándalos de corrupción y la falta de una mayoría alternativa en el Congreso, han llevado al Gobierno a un punto crítico. La capacidad de Sánchez para navegar en este entorno complicado será fundamental para determinar el futuro político del país y la posibilidad de que se logren aprobar los presupuestos necesarios para el próximo año.