La situación actual del sector de la ingeniería en Asturias es preocupante, con varias empresas enfrentando desafíos significativos que afectan a sus trabajadores. Entre ellas, Duro Felguera ha acaparado la atención pública, pero no es la única que atraviesa dificultades. Imatech, una filial tecnológica de la ingeniería Imasa, ha implementado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) debido a un descenso en la carga de trabajo. Este proceso, que comenzó en marzo, involucra a un grupo reducido de profesionales, alrededor de quince, y está en medio de negociaciones entre la dirección y la plantilla.
Imatech, con sede en Llanera, se especializa en tecnologías de producción de energía y en el ahorro del consumo de agua. Su técnica del ciclo higroscópico, que acelera la condensación del vapor de agua en turbinas industriales, es reconocida en el sector. Sin embargo, la crisis que afecta a la ingeniería asturiana ha llevado a Imasa, la empresa matriz, a tomar decisiones difíciles en los últimos años. En 2021, la compañía despidió a 58 trabajadores, aunque inicialmente se había planteado un recorte mayor de 110. Además, se aplicó un ERTE que afectó a un tercio de su plantilla. Para hacer frente a estas dificultades, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) inyectó 35 millones de euros en la empresa a través de diferentes tipos de crédito, pero la búsqueda de un socio inversor se ha vuelto una prioridad para asegurar su viabilidad futura.
Por otro lado, el comité de Duro Felguera ha estado activo en la búsqueda de apoyo institucional. Recientemente, se reunió con varios diputados, incluidos representantes del PSOE y del PP, para solicitar respaldo a la viabilidad de la empresa, que emplea a aproximadamente 1,500 trabajadores. Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia para asegurar el futuro de la ingeniería en la región, que ha sido golpeada por la crisis económica y la disminución de proyectos.
La situación de Duro Felguera es emblemática de los problemas que enfrenta el sector. La empresa ha tenido que lidiar con una disminución en la carga de trabajo y la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante. La presión sobre las ingenierías asturianas se ha intensificado, y la incertidumbre sobre el futuro ha llevado a los trabajadores a buscar soluciones proactivas. Las reuniones con los partidos políticos son un intento de movilizar apoyo y recursos que puedan ayudar a estabilizar la situación.
En este contexto, la respuesta de los trabajadores ha sido activa. La plantilla de Duro Felguera ha estado organizando reuniones y movilizaciones para hacer oír su voz. La situación en Imatech también ha generado preocupación entre sus empleados, quienes están a la espera de resultados de las negociaciones sobre el ERTE. La falta de proyectos y la disminución de la carga de trabajo son factores que han llevado a la empresa a tomar decisiones difíciles, y los trabajadores están buscando garantías sobre su futuro laboral.
La crisis en el sector de la ingeniería asturiana no es un fenómeno aislado. Muchas empresas en la región están enfrentando desafíos similares, lo que ha llevado a un aumento en la incertidumbre laboral. La necesidad de diversificación y adaptación a nuevas tecnologías es más urgente que nunca. Las ingenierías deben encontrar formas de innovar y adaptarse a las demandas del mercado para asegurar su supervivencia.
En resumen, la situación de Duro Felguera e Imatech refleja un panorama complicado para el sector de la ingeniería en Asturias. La implementación de ERTEs y la búsqueda de apoyo institucional son pasos necesarios para enfrentar los desafíos actuales. La colaboración entre empresas, trabajadores y entidades gubernamentales será crucial para encontrar soluciones que permitan a estas ingenierías no solo sobrevivir, sino también prosperar en un entorno cada vez más competitivo. La atención a las necesidades de los trabajadores y la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio serán fundamentales para asegurar un futuro más estable y prometedor para el sector en la región.