El aeropuerto de Palma de Mallorca, uno de los más transitados de Europa, se encuentra en el centro de una creciente controversia debido a las obras de ampliación que están generando caos y preocupaciones de seguridad. Con la llegada del verano, la situación ha alcanzado niveles alarmantes, lo que ha llevado a turoperadores y trabajadores a expresar su descontento y preocupación por la seguridad de los pasajeros.
**Obras en el Aeropuerto: Un Desastre en Progreso**
Desde hace meses, el aeropuerto de Son Sant Joan ha estado sometido a una serie de reformas que, según los críticos, han sido mal gestionadas. Las quejas no solo provienen de los viajeros, sino también de los trabajadores del aeropuerto y de las empresas de turismo que dependen de su funcionamiento eficiente. La situación se ha vuelto insostenible, con informes de retrasos significativos en la recogida de equipajes y largas colas en los controles de seguridad.
Un incidente reciente, donde un techo de cristal se derrumbó en el área de recogida de equipajes, ha puesto de manifiesto los peligros que enfrentan tanto los pasajeros como el personal. Aunque Aena, la empresa gestora del aeropuerto, ha declarado que la zona afectada es segura y ha tomado medidas temporales, la percepción general es que la seguridad está siendo comprometida por la falta de atención adecuada a las obras.
Los turoperadores han sido claros en sus críticas, señalando que la ambición de Aena por expandir el aeropuerto ha superado su capacidad para gestionar las obras de manera segura y eficiente. Un directivo de una empresa de turismo expresó su temor a que la situación pudiera resultar en un accidente grave, afirmando que «pronto habrá una desgracia» si no se toman medidas inmediatas.
**Impacto en los Viajeros: Una Experiencia Desalentadora**
La experiencia de los viajeros en el aeropuerto de Palma ha sido desalentadora. Muchos turistas han compartido sus frustraciones en redes sociales y plataformas de reseñas, describiendo su paso por el aeropuerto como «el peor» que han experimentado. Las largas esperas para recoger el equipaje, que pueden extenderse hasta una hora y media, han llevado a algunos a considerar no regresar a Mallorca.
Además, la situación se complica con la llegada de turistas británicos que, tras facturar su equipaje, se pierden en el aeropuerto debido a la confusión generada por las obras. Una trabajadora de una agencia de viajes alemana comentó que los turistas están cada vez más descontentos, y que muchos se quejan de la falta de información y señalización adecuada.
El caos no se limita solo a la recogida de equipajes. Los autobuses que transportan a los pasajeros desde el aeropuerto a sus destinos también están sufriendo retrasos, lo que ha llevado a una acumulación de turistas esperando en las terminales. Un empleado de una empresa de transporte comentó que antes los autobuses esperaban a los clientes, pero ahora son los clientes quienes deben esperar, lo que genera una experiencia aún más frustrante.
La situación ha sido tan grave que algunos trabajadores han comenzado a expresar su miedo por su propia seguridad. Un empleado del servicio de atención a personas con movilidad reducida recordó un incidente anterior en el que casi le cayó un trozo de hormigón. La sensación de inseguridad se ha apoderado del ambiente, y muchos temen que un accidente grave pueda ocurrir en cualquier momento.
**Críticas a la Gestión de Aena y la Masificación Turística**
Las críticas hacia Aena no solo provienen de los trabajadores y los turoperadores, sino también de grupos políticos locales. Desde Més per Palma, se ha denunciado la falta de atención a la seguridad en medio de la masificación turística. La portavoz del partido, Neus Truyol, ha señalado que la codicia de Aena está llevando a una situación insostenible, donde la seguridad de los pasajeros se ve comprometida por la búsqueda de mayores beneficios económicos.
Truyol ha enfatizado que el aumento del 12% en el número de vuelos autorizados este año es un claro indicativo de que Aena está priorizando la cantidad sobre la calidad y la seguridad. La portavoz ha hecho un llamado a las autoridades para que tomen medidas inmediatas y garanticen que la salud y la dignidad de los pasajeros sean la prioridad en la gestión del aeropuerto.
En medio de esta crisis, la situación en el aeropuerto de Palma de Mallorca sigue siendo un tema candente, con la esperanza de que las autoridades tomen medidas para abordar los problemas de seguridad y mejorar la experiencia de los viajeros. La temporada alta de turismo está en pleno apogeo, y la presión sobre Aena para resolver estos problemas es más intensa que nunca.