La reciente propuesta de modificación de la tasa turística en Catalunya ha generado un intenso debate entre los partidos que conforman el gobierno de la Generalitat. La iniciativa, presentada por ERC, busca establecer un sistema de tarifas diferenciadas según la temporada, lo que ha provocado el rechazo de los Comuns, quienes consideran que esta medida representa un retroceso en los acuerdos previos alcanzados con el Govern.
### Propuesta de ERC y sus Implicaciones
La propuesta de ERC establece que la tasa turística se incrementará durante la temporada alta, que abarca del 1 de abril al 30 de septiembre, mientras que se reducirá en la temporada baja, del 1 de octubre al 31 de marzo. Según el texto registrado en el Parlament, los hoteles de cinco estrellas fuera de Barcelona podrían cobrar hasta 4 euros por noche en temporada alta y 2 euros en temporada baja. En el caso de las viviendas de uso turístico, la tasa máxima sería de 3 euros en temporada alta y 1,5 euros en temporada baja. Además, los cámpings tendrían un rango de entre 1 euro y 0,6 euros, dependiendo de la temporada.
Sin embargo, esta propuesta ha sido criticada por los Comuns, quienes ven en ella una reducción de los compromisos previamente acordados. David Cid, portavoz de los Comuns, ha expresado su sorpresa y decepción ante la iniciativa de ERC, sugiriendo que esta medida podría alinearse más con los intereses de la patronal que con los de los ciudadanos. Cid ha instado a la portavoz de ERC, Ester Capella, a reconsiderar su postura y a negociar durante el trámite parlamentario, planteando interrogantes sobre la lógica de rebajar las tarifas en hoteles de lujo durante la temporada de esquí.
### La Reacción de los Comuns y el Futuro de la Tasa
La respuesta de los Comuns a la propuesta de ERC ha sido contundente. Cid ha señalado que la nueva tasa turística, que se prevé duplicar, no solo ha generado descontento entre los miembros de su partido, sino que también ha abierto una brecha en la coalición gubernamental. La decisión del Govern de posponer la entrada en vigor de la nueva tasa, inicialmente programada para el 1 de mayo, hasta octubre, ha añadido más incertidumbre al proceso.
El hecho de que el decreto que regulaba esta subida se tramitará como proyecto de ley es un indicativo de la complejidad de la situación. La negociación entre ERC y los Comuns ha sido tensa, y la propuesta de ERC ha sido vista como un intento de imponer su agenda sin considerar las preocupaciones de sus socios de gobierno. Cid ha enfatizado que no tiene sentido que ERC actúe como portavoz de los intereses de la patronal hotelera y turística, sugiriendo que esto podría perjudicar a los ciudadanos que dependen del turismo en Catalunya.
La situación se complica aún más con la posibilidad de que otros partidos, como Junts y el PP, se alineen con la propuesta de ERC, lo que podría debilitar aún más la posición de los Comuns en el debate. La presión sobre el Govern para encontrar un consenso que satisfaga a todas las partes involucradas es cada vez mayor, y la falta de acuerdo podría tener repercusiones significativas en la política catalana.
En este contexto, la tasa turística se ha convertido en un símbolo de las tensiones internas dentro del gobierno de la Generalitat. La necesidad de equilibrar los intereses de los sectores turísticos con las demandas de los ciudadanos y la sostenibilidad económica es un desafío que los líderes políticos deberán abordar con urgencia. La próxima semana, el Parlament tomará decisiones cruciales que definirán el futuro de la tasa turística en Catalunya y, potencialmente, la estabilidad del gobierno actual.