La corrupción ha sido un tema recurrente en la política catalana durante los últimos años, y a pesar de los esfuerzos realizados, muchos de los compromisos adquiridos por los partidos políticos aún no se han materializado. En un contexto donde la desconfianza hacia las instituciones crece, la reciente cumbre del Observatori Ciutadà contra la Corrupció ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de avanzar en la lucha contra este fenómeno. En esta tercera edición del foro, los partidos han renovado sus compromisos, pero el balance de lo logrado hasta ahora es, según los expertos, decepcionante.
### La Historia de un Compromiso Fallido
Desde 2015, cuando más de 50 entidades y partidos firmaron un pacto social contra la corrupción, la situación no ha mejorado significativamente. Este pacto surgió en un momento crítico, en medio de escándalos como el caso ‘Mercuri’, ‘Palau’ e ‘Innova’, que sacudieron la confianza pública en las instituciones. Sin embargo, a pesar de la creación del Observatori Ciutadà, que organiza cumbres bianuales para hacer seguimiento de los compromisos, la mayoría de las iniciativas han quedado en el aire.
La presidenta del Observatori, Itziar González, ha señalado que la falta de acción por parte de los partidos políticos es alarmante. En la última cumbre, los representantes de PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP renovaron su compromiso de luchar contra la corrupción, pero la falta de avances concretos ha llevado a la presidenta a calificar el balance como «decepcionante». La lucha contra la corrupción no ha sido prioritaria para muchos de estos partidos, lo que ha generado críticas tanto de la sociedad civil como de los órganos de control.
### Nuevas Propuestas para un Futuro Transparente
A pesar de los fracasos pasados, la cumbre ha dado lugar a la renovación de varios compromisos clave que podrían marcar un cambio en la lucha contra la corrupción en Catalunya. Uno de los principales acuerdos es la creación de una ley para proteger a los alertadores de corrupción. Se estima que el 70% de los casos de corrupción se descubren gracias a la valentía de ciudadanos y empleados que denuncian irregularidades. Sin embargo, la ley que se había propuesto hace siete años aún no ha sido aprobada. Durante la cumbre, se anunció que el Govern está trabajando en una nueva propuesta que busca generar más consenso, aunque esto ha suscitado dudas sobre la necesidad de renunciar al trabajo previo realizado con diversas entidades.
Otro de los compromisos renovados es la regulación de los lobbies. La falta de transparencia en las actividades de los grupos de interés ha sido un tema candente en la política catalana. La propuesta busca establecer un registro oficial donde estos grupos deban inscribirse y hacer públicas sus reuniones con altos cargos, así como la documentación intercambiada. Aunque el Gobierno central ha dado pasos en esta dirección, aún queda mucho por hacer a nivel autonómico.
Además, se ha acordado trabajar en una nueva ley electoral que, aunque ha sido un tema de debate durante décadas, aún no se ha concretado. La falta de un marco normativo propio en Catalunya es una anomalía que los partidos han reconocido, comprometiéndose a mejorar el control del gasto electoral y la financiación de las formaciones políticas. Sin embargo, el diseño del sistema electoral sigue siendo un tema conflictivo que no se ha abordado en profundidad.
Por último, se ha acordado mejorar la transparencia en el uso de fondos públicos destinados a los medios de comunicación. La creación de una comisión de estudio en el Parlament para diseñar un régimen de transparencia contra la corrupción es otro de los compromisos asumidos. Esta comisión deberá abordar temas como la limitación del uso de dinero en efectivo en el sector público y explorar alternativas digitales que garanticen la seguridad y privacidad de los ciudadanos.
### Un Futuro Incierto
Con estos compromisos renovados, los partidos políticos han asumido la responsabilidad de actuar, pero la presión de la sociedad civil y los órganos de control será crucial para asegurar que estas promesas no queden en el olvido. La próxima cumbre, programada para dentro de dos años, será un momento clave para evaluar el progreso realizado y exigir rendición de cuentas a los partidos. La lucha contra la corrupción en Catalunya no solo es una cuestión de ética política, sino también de confianza ciudadana en las instituciones. La sociedad espera que, esta vez, los compromisos se traduzcan en acciones concretas y efectivas que ayuden a restaurar la fe en la política y la administración pública.