El Asturias Dragón Boat se ha convertido en un referente en la comunidad asturiana, no solo por sus logros deportivos, sino también por su compromiso con la inclusión y la superación personal. Este equipo de piragüismo ha demostrado que el deporte puede ser un vehículo para la integración social, permitiendo que hombres, mujeres y supervivientes de cáncer de mama compitan juntos en un ambiente de camaradería y respeto. En el reciente Campeonato de España, celebrado el pasado fin de semana, el equipo se alzó con el título, reafirmando su posición como uno de los mejores en esta modalidad.
### La Historia del Asturias Dragón Boat
El origen del Asturias Dragón Boat se remonta a un viaje a Murcia, donde un grupo de entusiastas del deporte se sintió inspirado por la experiencia de competir en esta disciplina milenaria. Desde entonces, el equipo ha crecido exponencialmente, pasando de ser un pequeño grupo a contar con más de cien integrantes. Esta diversidad en el equipo es uno de sus mayores activos, ya que incluye a personas de todas las edades, desde abuelos hasta padres e hijos que compiten juntos. La esencia del dragón boat radica en la sincronización y el trabajo en equipo, donde cada palista debe seguir el ritmo marcado por el tambor en la proa, mientras el timonel guía la embarcación desde la popa.
El dragón boat, que tiene sus raíces en la antigua China, ha encontrado un lugar especial en España, donde ha sido federado durante la última década. Este deporte no solo es una competencia, sino también una forma de terapia para muchas mujeres que han superado el cáncer de mama. La práctica del dragón boat ayuda a estas mujeres a recuperar fuerza y movilidad, convirtiéndose en una parte esencial de su proceso de rehabilitación. Álvaro Alonso, presidente y entrenador del equipo, destaca que el deporte ofrece un espacio seguro donde las participantes pueden dejar de lado sus preocupaciones y disfrutar del momento.
### Inclusión y Superación: Un Compromiso con la Comunidad
Uno de los aspectos más destacados del Asturias Dragón Boat es su compromiso con la inclusión. El equipo ha creado un espacio donde todos son bienvenidos, independientemente de su género o condición física. La categoría BCP (Bote Dragón para Supervivientes de Cáncer de Mama) ha sido un pilar fundamental en este sentido, aunque ha enfrentado desafíos en su reconocimiento competitivo. A pesar de que esta categoría ha pasado a ser de exhibición, el equipo sigue luchando por la igualdad y el reconocimiento de las mujeres que compiten en ella. «Son mujeres, no personas discapacitadas», enfatiza Alonso, quien aboga por un cambio en la percepción y el tratamiento de estas competidoras.
La proporción de mujeres en el equipo es notable, con un 70% de participantes femeninas, lo que refleja una tendencia creciente en el deporte. En el último Campeonato de España, de los 800 competidores, aproximadamente 500 eran mujeres, lo que subraya la importancia del dragón boat como una plataforma para la igualdad de género en el deporte. Este fenómeno no solo se limita al equipo asturiano, sino que se observa en competiciones a nivel nacional, donde la participación femenina sigue en aumento.
La práctica del dragón boat no solo se trata de competir, sino de crear una comunidad unida por la pasión por el deporte y el deseo de superarse. Cada entrenamiento y cada competición son oportunidades para fortalecer lazos, compartir experiencias y celebrar los logros individuales y colectivos. La filosofía del Asturias Dragón Boat se centra en el bienestar físico y emocional de sus miembros, promoviendo un estilo de vida saludable y activo.
El futuro del Asturias Dragón Boat parece prometedor, con un creciente interés en el deporte y un compromiso inquebrantable con la inclusión. La visión de sus integrantes es clara: seguir creciendo, no solo como competidores, sino como un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se trabaja en equipo y se apoya a los demás. En un mundo donde la inclusión y la diversidad son más importantes que nunca, el Asturias Dragón Boat se erige como un faro de esperanza y superación, demostrando que el deporte puede ser un motor de cambio social.