Cada año, más de 600 aventureros logran alcanzar la cima del Everest, la montaña más alta del mundo. Sin embargo, un reciente desarrollo ha llamado la atención sobre la forma en que se realizan estas ascensiones. Una expedición británica ha logrado llegar a la cima en solo cinco días, un tiempo récord que ha generado tanto admiración como controversia. Este fenómeno se ha facilitado gracias al uso de un gas noble conocido como xenón, que ha sido objeto de debate en el ámbito del alpinismo.
### La Historia de la Conquista del Everest
El 29 de mayo de 1953, Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay hicieron historia al convertirse en los primeros seres humanos en alcanzar la cima del Everest. Su expedición fue monumental, requiriendo meses de preparación, un equipo de 350 porteadores y 20 sherpas, y un total de 4.500 kilos de material y víveres. En aquellos tiempos, escalar montañas era un desafío monumental, donde cada ascenso se consideraba una batalla contra la naturaleza.
En la actualidad, el Everest ha visto un aumento significativo en el número de escaladores, lo que ha llevado a situaciones de masificación en sus rutas de ascenso. En 2019, se registraron largas colas de hasta 200 montañeros esperando su turno para alcanzar la cima. Esta situación ha planteado serias preocupaciones sobre la seguridad y el impacto ambiental de las expediciones.
Recientemente, un grupo de cuatro exsoldados británicos, incluido un miembro del Gobierno, logró alcanzar la cima en un tiempo récord de cinco días. Este ascenso exprés ha sido posible gracias a la utilización del gas xenón, que, según los organizadores, permite una aclimatación más rápida y segura. Lukas Furtenbach, fundador de Furtenbach Adventures, ha defendido el uso de este gas, argumentando que puede ayudar a prevenir el mal de montaña, una condición que ha llevado a la muerte de muchos alpinistas en el Everest.
### El Gas Xenón y sus Implicaciones
El xenón es un gas noble que ha sido utilizado en medicina como anestésico y ha mostrado en estudios la capacidad de inducir la liberación de eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos. Este efecto es similar al del EPO, un tratamiento que ha sido objeto de controversia en el deporte por su potencial para mejorar el rendimiento físico. La Agencia Mundial Antidopaje prohibió el uso de xenón en 2014, considerándolo un agente que puede mejorar el rendimiento deportivo.
A pesar de las afirmaciones de sus beneficios, la comunidad médica ha expresado escepticismo sobre la efectividad del xenón en el contexto del alpinismo. La Comisión Médica de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo ha señalado que no hay evidencia sólida que respalde que el uso de xenón mejore el rendimiento en altitudes extremas. Además, advierten que su uso inadecuado puede ser peligroso, ya que puede provocar efectos secundarios como sedación y otros problemas neurológicos.
Los cuatro exsoldados que realizaron la ascensión exprés pasaron meses entrenando en cámaras de hipoxia, que simulan la falta de oxígeno en altitudes extremas. Antes de su viaje a Nepal, recibieron un tratamiento con xenón en Alemania, donde inhalaron el gas a través de máscaras conectadas a ventiladores. Este enfoque les permitió evitar el proceso tradicional de aclimatación, que normalmente toma varias semanas.
Sin embargo, la comunidad científica sigue siendo cautelosa. Volker Tarnow, un preparador físico, ha señalado que aunque el xenón puede inducir un aumento temporal en la producción de glóbulos rojos, este efecto no es sostenible a largo plazo. La aclimatación gradual sigue siendo el método más seguro y recomendado para escalar montañas de gran altitud.
### El Futuro del Alpinismo
A pesar de las controversias, Furtenbach ha anunciado planes para ofrecer expediciones al Everest que utilicen el xenón para reducir el tiempo de ascenso a solo dos semanas. Actualmente, su paquete más rápido, conocido como ‘Everest Flash’, tiene un costo de 104.000 euros, lo que refleja la creciente comercialización del alpinismo en el Everest. Este precio elevado no parece disuadir a los aventureros adinerados, y la masificación en la montaña continúa siendo un problema significativo.
La combinación de tecnología moderna y la búsqueda de experiencias extremas ha transformado el alpinismo en un negocio lucrativo, pero también plantea preguntas sobre la ética y la sostenibilidad de estas prácticas. A medida que más personas buscan conquistar el Everest, la necesidad de un enfoque responsable y seguro se vuelve más urgente. La historia de la montaña más alta del mundo sigue evolucionando, y con ella, las formas en que los humanos se enfrentan a sus desafíos.